El secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, aterrizó hoy en el aeropuerto internacional de Vnukovo, en Moscú, con un mensaje bajo el brazo: Rusia tiene que elegir entre apoyar a Estados Unidos respecto de Siria o dar su respaldo al régimen del presidente sirio Bashar al Assad.
“Creo que merece la pena pensar si Rusia realmente se ha aliado con el régimen de Assad, los iraníes y Hezbollah. ¿Es esta una alianza a largo plazo que sirve a los intereses de Rusia o preferiría unirse a Estados Unidos, junto con otros países occidentales y de Medio Oriente para resolver la crisis en Siria?”, declaró Tillerson, según publicó el gobierno de EE.UU. en su página oficial, poco antes de que el funcionarios tocara tierra en Moscú.
En la capital rusa, Tillerson se reunirá con su par ruso, el canciller Serguei Lavrov. El presidente Vladimir Putin ya dijo que no recibirá al secretario de Estado.
En cambio, Putin decidió salir al cruce del ultimátum norteamericano agitando temores. Advirtió que tiene información de que se preparan nuevas “provocaciones” sobre ataques químicos en Siria para “acusar” al gobierno de Bashar al Assad y comparó la situación actual a la que generó la invasión en Irak en 2003.
“Tenemos información de diferentes fuentes de que similares provocaciones, y no las puedo llamar de otra forma, se preparan en otras regiones de Siria incluidos los suburbios del sur de Damasco donde se planea lanzar ciertas sustancias y acusar de su uso a las autoridades legítimas sirias”, dijo Putin, en alusión al ataque químico con gas sarín sobre un poblado sirio el cual fue adjudicado al régimen de Assad.
Putin dijo además que pedirá una investigación sobre ese ataque. “Tenemos intención de dirigirnos oficialmente a las correspondientes estructuras de la ONU en La Haya y llamar a la comunidad internacional a investigar detenidamente esos casos”, afirmó.
Tillerson por su parte insistió en que desea “crear un futuro para Siria que sea estable y seguro. Y Rusia puede formar parte de ese futuro y desempeñar un papel importante, o mantener su alianza con este grupo, que creemos que no servirá a sus intereses a largo plazo”, añadió.
Tillerson hizo estas declaraciones tras participar en la reunión del G7 de Exteriores en la ciudad italiana de Lucca y antes de partir hacia Moscú.
Cumbre del G7 por una solución política
En la reunión en Italia participaron los ministros del Grupo de los Siete países más industrializados del mundo (Italia, Alemania, Francia, Reino Unido, EE.UU., Japón y Canadá) y a la alta representante de Exteriores de la Unión Europea, Federica Mogherini.
Los ministros de Exteriores del G7 apoyaron en su reunión en Italia fomentar una solución “política y no militar” en Siria con la participación de Rusia y rechazaron una propuesta británica de nuevas sanciones contra Moscú.
El jefe de la diplomacia italiana, Angelino Alfano, quien presidió la reunión del G7 en la ciudad toscana de Lucca, consideró que “no existe una solución puramente militar al conflicto de Siria”, sino una política que garantice la aprobación de “una nueva Constitución y un proceso político” que culmine en la celebración de elecciones en el país.
En relación con las sanciones contra Moscú que habían sido defendidas por el titular británico de Exteriores, Boris Johnson, Alfano subrayó que “ahora mismo no hay consenso” y opinó que “es más productivo tratar de comprometer a Rusia a través del diálogo”.
Artículos Relacionados: