“Felicitamos al alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, por su anuncio que su ciudad comenzaría el proceso de hermanamiento con Tel Aviv!”
París-Barcelona-Tel Aviv-Madrid, 9 de febrero
Mediante una carta dirigida al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha anunciado que su municipio romperá -por decreto unilateral y sin votación en el Pleno del Ayuntamiento- su acuerdo de hermanamiento con Tel Aviv, que data de 1998.
El Centro Wiesenthal constata que esta decisión se ha producido a pesar de la polémica generada el mes pasado, cuando distintos colectivos, especialmente la comunidad judía de Barcelona, condenaran que la fecha originalmente prevista para la votación de “des-hermanamiento” fuera el 27 de enero, Día Internacional de la Memoria del Holocausto. Tras el aplazamiento, los grupos afectados esperaban que Colau diera marcha atrás en sus intenciones que solo pueden calificarse de antisionistas y antisemitas.
El Dr. Shimon Samuels, como director de Relaciones Internacionales del Centro Wiesenthal, declaró entonces que “esta decisión se asemeja a la Definición de Antisemitismo de la IHRA (Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto), adoptada por la UE y sus Estados Miembros, incluida España”.
Ada Colau ha afirmado que toma la decisión para protestar contra las políticas de “Apartheid” del Gobierno israelí. Dejando a un lado esta definición completamente tendenciosa, el Centro Wiesenthal se pregunta qué responsabilidad tiene la ciudad de Tel Aviv respecto a las políticas del Gobierno nacional. En realidad, como ciudad multicultural y diversa, Tel Aviv es en estos momentos el epicentro de las protestas ciudadanas contra el actual gobierno israelí elegido democráticamente.
El Centro Wiesenthal considera que la posición de Colau -impuesta sin consultar al Pleno del Ayuntamiento- supone la capitulación de la capital catalana ante los incitadores al odio de BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones contra Israel y los judíos). Asimismo, lamenta que la alcaldesa haya adoptado las tácticas y el lenguaje difamatorio del “movimiento antisemita internacional”.
De este modo, Barcelona rompe con Tel Aviv, al tiempo que mantiene el hermanamiento con la Gaza gobernada por Hamás, con la amada San Petersburgo de Putin y con Isfahán, donde supuestamente tiene su sede el programa secreto iraní de armas nucleares. Isfahán también alberga la empresa aeronáutica HESA, que produce drones “Shahed 136” (utilizados por Rusia contra civiles ucranianos), el modernizado “Shahed 149 Gaza”, o el jet-bombardero-dron “Karrar” (presente en el inventario de Hezbolá).
Parece claro que el Gobierno municipal de Barcelona ha elegido ser cómplice de ciudades dirigidas por terroristas, belicistas autocráticos y ayatolás que brutalizan a las mujeres y las minorías e incitan a un nuevo Holocausto -nuclear- contra Israel, los judíos y Occidente.
El Dr. Samuels se ha manifestado en los siguientes términos: “Llegados a este punto, señora Colau, por favor, no malgaste más tinta ni palabras en prometer que esto no va contra un pueblo, una comunidad o una religión o en afirmar que espera que esto sea una medida temporal”. “Con sus palabras y con su actuación, es ya evidente que usted no tiene ningún respeto por el Estado de Israel, por los ciudadanos de Tel Aviv, por las relaciones amistosas construidas durante 25 años entre las dos ciudades, ni por el debate democrático y el debido proceso en su propia ciudad”.
Por otro lado, el Centro Wiesenthal ha querido felicitar al alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, por su rápida respuesta al anunciar que su ciudad comenzaría el proceso de hermanamiento con Tel Aviv. El Centro Wiesenthal anima a Madrid a continuar por el camino del entendimiento y el intercambio cultural y tecnológico, valores de los que lamentablemente carece el actual Ayuntamiento de Barcelona.
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