El más reciente estreno de Netflix va a fondo con una historia popularmente conocida, pero desde un nuevo ángulo que sigue conmoviendo.
Se trata de “Mi mejor amiga Ana Frank”, una película basada en la amistad de la vida real entre Ana Frank y Hannah Goslar, que va desde la Ámsterdam ocupada por los nazis hasta su angustiosa reunión en un campo de concentración.
“La película quiere destacar una historia de amistad e inocencia infantil durante el Holocausto. La traviesa Anne (Aiko Beemsterboer) deleita y frustra a su leal amiga, Hannah (Josephine Arendsen), quien se siente excluida cuando otras chicas (y chicos) entran en escena. Cuando Anne desaparece, Hannah no se da cuenta de que su amiga se ha escondido cerca. Pronto se siente abrumada por la persecución de su propia familia por parte de los nazis”, reseñó el New York Times sobre el film holandés.
El largometraje está basado en el libro Memories of Anne Frank: Reflections of a Childhood Friend (1997) escrito por Alison Leslie Gold luego de varias entrevistas con Goslar.
La historia de Ana Frank es mundialmente conocida gracias a su diario que recolecta sus escritos durante los dos años que permaneció oculta de los nazis junto a su familia. En este caso, lo novedoso es que la historia se narra desde el punto de vista de Goslar.
Frank y Goslar eran compañeras de colegio en Ámsterdam. Advirtiendo que esta es “la historia de Hannah Goslar” y que “ciertas partes se adaptaron o condensaron con fines dramáticos”, la película narra esos días alegres en que fantaseaban con estrellas del cine, se asomaban al primer amor y se prometían cuidarse mutuamente por siempre.
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