Igor Perelman, el líder de la Comunidad Judía de la ciudad de Ivano-Frankivsk, en el oeste de Ucrania, fue apuñalado mientras entregaba ayuda humanitaria en la tarde del jueves. Un sospechoso del ataque a Perelman, que se encuentra fuera de peligro, fue arrestado por la policía ucraniana.
Ivano-Frankivsk es una ciudad en la que muchos refugiados se ubicaron tras escaparse del este del país, debido a los ataques rusos, según el sitio de noticias judías de Ucrania, que citó fuentes policiales.
En informes anteriores del mismo sitio web explicaron que el sospechoso, de 49 años, gritó obscenidades antisemitas a Perelman en la calle mientras él y otros miembros de la comunidad judía local entregaban alimentos y ayuda a los residentes necesitados.
El sospechoso, que no fue nombrado en los medios de comunicación ucranianos, está acusado de cometer actos incívicos para producir molestias o perjuicios a otras personas, en este caso premeditado y con el uso de un arma blanca, un delito que conlleva una pena de prisión de al menos tres años. Los informes sobre el incidente no detallan cómo respondió a las acusaciones.
El ataque se produce un día después de que el Ministerio de Defensa ruso afirmara que las fuerzas ucranianas estaban almacenando armas en una sinagoga de la ciudad de Uman, en el centro de Ucrania, lo que provocó duras denuncias y desmentidos por parte de la comunidad judía local.
La artillería y los ataques aéreos rusos destruyeron o dañaron hasta el momento múltiples lugares judíos en Ucrania. El sábado, bombardearon el complejo conmemorativo de Drobytsky Yar, en las afueras de Kharkiv, impactando en una gran menorá (candelabro o lámpara de aceite de siete brazos propia de la cultura hebrea) en el lugar donde los nazis asesinaron a más de 15.000 judíos en diciembre de 1941.
No sería raro que fuera un ucraniano de tantos antisemitas y oro nazis existentes allí
No sería raro que fuera un ucraniano de tantos antisemitas y pro nazis existentes allí
El argumento de Sir Karl Popper para distinguir sociedades cerradas y sociedades abiertas, que él se limita a aplicar a la posibilidad de alternancia en el gobierno, se ha de hacer extensivo a la cuestión de la posibilidad de actuar judicialmente contra quienes atentan contra los DDHH: para proceder judicialmente contra la extrema derecha antisemita rusa, primero habría que derrocar al propio régimen de Putin, en contraste con lo cual el régimen ucraniano sí dispone de los medios jurídicos para actuar implacablemente y barrer de su propia casa a los elementos racistas y anti-europeístas que lastran su combate contra las fuerzas reaccionarias: la posibilidad aludida más arriba, si no pasa de la potencialidad a la acción, queda reducida a un mero recurso verbal; sería (o habría sido), pues, mucho mejor que dichos medios fuesen (o hubiesen sido) empleados y movilizados a fondo. Tanto en Polonia como en Ucrania, por donde pasó Jmelnitski sin hacer excesivas diferencias entre católicos y judíos, deberían las autoridades y las masas grabarse esto con perspicuidad en la cabeza: antisemitismo = sabotaje; en general, todo reaccionarismo en esas regiones tiende inevitablemente a llevar toda el agua al molino de los neo-zaristas.
Que le sea pronto devuelta su salud divina.
que se tomen medidas para evitar vuelva a suceder estos imperdonables hechos.
tolerancia y bendiciones a todos.
No me extraña nada que sea un antisemita ucraniano. No se debe meter a todos los ucranianos en la misma bolsa ya que no todos son antisemitas y fachos, pero que hubo y hay muchos, no es de extrañar…