El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Khamenei, está «gravemente enfermo» y su situación se consideró crítica la semana pasada, según informó el viernes por la noche The New York Times.
Sin embargo, desde entonces, la máxima autoridad del país, que tiene la última palabra en todos los asuntos de Estado, mejoró y está descansando después de someterse a una intervención quirúrgica por una obstrucción intestinal.
Alí Khamenei, que sufría dolores de estómago extremos y fiebre alta, está bajo la supervisión de los médicos, expresó el NYT, citando a cuatro personas cercanas líder iraní de 83 años.
Los doctores, que vigilan al paciente las 24 horas del día, siguen preocupados porque se encuentra demasiado débil incluso para sentarse en la cama.
El líder supremo de la República Islámica desde 1989 canceló todas las reuniones y apariciones públicas la semana pasada tras enfermarse gravemente.
El informe sobre el empeoramiento de la situación del Alí Khamenei llega cuando las esperanzas de la República Islámica de finalizar la reactivación del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA) de 2015 se vieron prácticamente frustradas por Estados Unidos y las potencias occidentales debido al distanciamiento entre ambas partes durante las negociaciones.
La semana pasada, Francia, Alemania y el Reino Unido criticaron la conducta de Irán en las conversaciones, asegurando que Irán «sigue escalando su programa nuclear mucho más allá de cualquier justificación civil plausible».
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Nasser Kanani, señaló que la declaración «no era constructiva» y acusó a Europa de «dar un paso en la dirección de Israel, que quiere que las conversaciones nucleares fracasen».
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