El papa Francisco recibió, en el Vaticano, a una delegación del Seminario Rabínico Latinoamericano, encabezada por su rector, Abraham Skorka.
En el marco del trabajo que la entidad desarrolla con el Movimiento de los Focolares también fueron invitados Mario Hendler, director del Departamento de Servicios Comunitarios, y Silvina Chemen, de la Comunidad Bet El.
Dentro de un clima de emoción y respeto mutuo, el pontífice desarrolló dos audiencias privadas con sus integrantes.
Con Hendler compartieron temas de interés común en la tarea pastoral, como el respeto al ser humano como centro de la Creación; el diálogo interreligioso, que es tan importante en la Argentina, y lo que sucede con el mismo en otras partes del mundo, en especial en Europa; distintos aspectos del quehacer de la responsabilidad que desarrollan, como visita a enfermos, adultos mayores, internos en unidades penitenciarias; y el seguimiento y acompañamiento de todo tipo de situaciones dentro del ciclo de vida, informó el Seminario Rabínico Latinoamericano.
El rabino le entregó una carta de salutación del Consejo Directivo, autoridades académicas y directivas e integrantes de la institución y una placa con los versículos de “Birkat Cohanim” (bendición sacerdotal) en hebreo y en castellano, escrito por el sofer (escriba) Sebastián Grinberg, junto al logotipo de la entidad.
Al leerla, Francisco manifestó su agrado y comentó que, coincidentemente, siempre finaliza sus misas con esas palabras.
Al día siguiente, el rabino Skorka almorzó en la residencia Santa Marta con el papa Francisco y ambos dialogaron acerca de de su amistad y de la forma en que pueden seguir trabajando en conjunto en el labrado de un perdurable mensaje espiritual.
Días después, las autoridades del Seminario recibieron una carta del papa, encabezada con un ya tradicional “queridos hermanos mayores”, en la cual les agradeció una misiva anterior “y el cuadro con la Bendición Arónica que recito al finalizar la misa”.
“Les pido, por favor, que recen por mí; que el Señor los bendiga”, concluyó “fraternalmente” antes de firmar con un simple “Francisco”.
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