Confrontando los escándalos causados por casos de abuso sexual a lo largo y ancho de Europa, el Papa Benedicto XVI se disculpó personalmente el sábado con las víctimas y sus familias en Irlanda. Expresando su ” vergüenza y remordimiento ” les dijo:” Su confianza ha sido traicionada y su dignidad violada. “
Su mensaje, en una largamente esperada carta pastoral de ocho páginas a los católicos irlandeses, fue redactado en un estilo firme y apasionado. Pero no se refirió a medidas disciplinarias inmediatas, sino que decidió enviar una delegación apostólica especial para investigar las diócesis y sus autoridades religiosas. Por otra parte, sus disculpas se refirieron especialmente a la situación en Irlanda, aun cuando la crisis se ha diseminado a otros lugares.
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