El presidente palestino, Mahmoud Abbas, recibió del Papa Francisco una pluma estilográfica ya que «seguramente usted debe firmar muchas cosas». Era el intercambio de regalos, al término de la audiencia, y el presidente de la ANP agradeció el detalle diciendo: «Espero firmar con esta pluma el acuerdo de paz con Israel». Ni corto ni perezoso, el Papa añadió: «Pronto, pronto».
La elegante pluma, que reproduce una de las columnas salomónicas del baldaquino de Bernini en la basílica de San Pedro, puede pasar a la historia, ya que el Papa está llevando a cabo una intensa actividad de mediación para lograr la paz, y viajará a Tierra Santa el próximo año, probablemente el mes de marzo.
El presidente Mahmoud Abbas invitó al Papa a visitar los territorios palestinos, por lo que el itinerario podría ser Jordania-Israel-Palestina, como ya hicieron Juan Pablo II en el 2000 y Benedicto XVI en el 2009.
Francisco quiere aprovechar el viaje para mantener un encuentro en Jerusalén con el patriarca ecuménico Bartolomé I, en el cincuenta aniversario del histórico abrazo de 1964 entre Pablo VI y el patriarca Atenágoras.
A su vez, el rabino bonaerense Abraham Skorka, amigo del Papa desde hace mucho tiempo, ha dicho que piensa abrazarle delante del Muro Occidental de Jerusalén el próximo año, para lanzar juntos al mundo un mensaje contra el antisemitismo.
El Papa Francisco recibió la primera invitación a visitar Israel durante una visita del presidente Shimon Peres, y aceptó enseguida. La invitación fue ratificada la pasada semana por el «speaker» de la Knesset, Yuli Edelstein, en su visita al Papa Francisco.
El próximo miércoles el Papa recibe en audiencia al primer ministro, Benjamín Netanyahu, quien puede empezar ya a precisar los detalles de la visita con el Vaticano.
El presidente palestino y el Papa estudiaron la situación en Oriente Medio, donde comparten la «grave preocupación por la situación en Siria», según el comunicado final.
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