El 31 de julio marca el comienzo de los JCC Maccabi Games, un evento anual de verano en el que más de 1500 adolescentes judíos de entre 12 y 16 años viajarán a San Diego para participar en el evento de estilo olímpico de una semana de duración.
Para muchos de los atletas, incluso los más mayores, este verano será la primera vez que participen en el evento que, desde 2020, fue cancelado debido a la pandemia. Los Juegos JCC Maccabi de San Diego serán los primeros en tres años, y aunque las cosas han cambiado, los atletas y entrenadores esperan que sea un nuevo comienzo y una oportunidad para volver a priorizar lo que creen que son los juegos
.
Además de los 12 eventos de los juegos y los JCC Maccabi Access Games agregados para atletas con discapacidades, los Juegos Maccabi han pasado de ser un espectáculo deportivo a una semana de inmersión cultural, con muchos atletas que se hospedan con familias anfitrionas locales, participando en tikkun olam semanal. proyectos y visitando las atracciones turísticas locales.
Pero en los años previos a COVID, los Juegos Maccabi comenzaron a expandirse demasiado, creen un par de entrenadores del área. Las ceremonias de apertura y clausura del evento de 2019 en Atlanta se llevaron a cabo en el Mercedes-Benz Stadium y albergaron un concierto de AJR.
“El propósito de los juegos es reunir a todos estos niños en un solo lugar, que pueden comenzar a construir una comunidad más grande en lugar de solo lo que saben localmente”, dijo el entrenador de fútbol femenino de Filadelfia, Michael Keitz. “Así que junto con eso vinieron eventos, vinieron patrocinios, llegaron dólares, francamente”.
Aunque Keitz dijo que los juegos mantienen su objetivo principal de construir una comunidad judía, su mensaje se ha vuelto menos potente. Este año, los juegos se han reducido y las delegaciones traen menos atletas que en años anteriores. Keitz espera que esto demuestre que más grande no siempre es mejor.
“Tal vez esto demuestre, por así decirlo, que no necesitas las monstruosidades, no necesitas el, ‘Muy bien, este es el evento más grande jamás realizado’”, dijo.
La delegación de Filadelfia sentirá su tamaño reducido este año. La ciudad está bien representada en los Juegos Maccabi, ya que tiene una de las delegaciones más antiguas, habiendo enviado equipos durante 33 años. Este año, 60 atletas competirán en nueve eventos. Se llenaron todos los lugares de la delegación, con 30 equipos que asistieron a las pruebas de fútbol masculino y hockey sobre hielo, lo que hizo que el proceso fuera bastante competitivo.
“Tenemos entrenadores que han estado en el programa durante años apoyando a nuestros equipos, así como muchos de ellos que jugaron en los juegos”, dijo Barrie Mittica, jefe de la delegación del equipo de Filadelfia. “Realmente entendemos la importancia de lo que Maccabi puede hacer por los adolescentes judíos, brindándoles una salida diferente a un movimiento juvenil, que tal vez no hayan encontrado un lugar en otro lugar en la vida de los adolescentes judíos”.
A medida que los atletas se preparan para los juegos, el deseo de apegarse al espíritu del evento está al frente y al centro.
“Todos practican el judaísmo de una manera diferente, pero todos tenemos esta gran cosa que nos conecta, lo cual es una sensación increíble, mirar alrededor y ver a todos estos atletas judíos y pensar: ‘Tenemos esta gran cosa que nos mantiene unidos. ‘”, dijo Rachel Kohler, entrenadora de baile y jefa adjunta de la delegación.
Los padres de Kohler comenzaron la delegación de Filadelfia en 1984, y ella creció asistiendo a los juegos cuando era niña, compitiendo en sus primeros juegos a los 13 o 20 años atrás.
“Ese es mi primer recuerdo real de ser atleta”, dijo.
Daniel Weiss, el entrenador de fútbol masculino, es otro entrenador experimentado, ya que fue atleta del Maccabi cuando era adolescente antes de convertirse en entrenador hace diez años. También es cofundador del Salón de la Fama del Deporte de Filadelfia JCC Maccabi de Kaiserman JCC.
Weiss estuvo de acuerdo con Keitz en que los Juegos Maccabi de este año son una oportunidad para reenfocarse después de un receso de tres años.
“Estoy completamente de acuerdo con la idea de reiniciar y centrarme en lo que es realmente importante”, dijo.
Construir un equipo cohesionado con un vínculo fuerte es la clave tanto para ganar medallas como para aprovechar al máximo
la experiencia.
“Siempre quiero asegurarme de que entren con la mentalidad correcta de: en el momento en que pisas el campo, estamos allí para ganar”, dijo Weiss. “En el momento en que sales del campo, es el momento de experimentar el Maccabi”.
Los juegos anteriores en 2019 fueron decepcionantes para el equipo, dijo el portero Zachary Brunell. En 2019, el equipo no ganó medallas, lo que dejó a Brunell, de 16 años, sintiendo que tiene “asuntos pendientes” para los juegos de 2022.
Pero la parte de la experiencia que Brunell más espera es no jugar en el campo. Está emocionado de conocer a su familia anfitriona y pasar tiempo con más judíos. Brunell a veces se siente incómodo por mantener la comida kosher y tener que decirles a sus amigos por qué no puede comer ciertas cosas. Tiene muchas ganas de estar rodeado de personas que lo entienden.
“Hay ciertas cosas que no necesitan ser explicadas”, dijo. “Es como si te sintieras más aceptado”.
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