En suelo alemán, no se queman banderas israelíes: Steinmeier

Los hechos, acontecidos tras la decisión de Trump sobre Jerusalén, han sido condenados por un “horrorizado y avergonzado” Steinmeier

“Hay cosas de las que Alemania nunca podrá distanciarse y entre ellas está su responsabilidad ante la Historia, las lecciones de dos guerras mundiales y del Holocausto, la responsabilidad por la seguridad de Israel y el rechazo de toda forma de racismo y antisemitismo”. Éstas son las palabras con las que el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, ha condenado la quema de banderas israelíes que se ha venido produciendo en suelo alemán en señal de protesta por la decisión de Estados Unidos de reconocer la capitalidad de Jerusalén y el traslado allí de su embajada.

En un discurso en la legación diplomática de Israel en Alemania, Steinmeier se declaró “horrorizado” y “avergonzado” por los hechos que se han vivido, el más importante con la emblemática Puerta de Brandemburgo al fondo, y los condenó sin excepción: “En suelo alemán no se queman banderas israelíes, lo hagan extranjeros o alemanes, viejas o nuevas generaciones. Hacer eso es no entender nada de lo que es Alemania y ser alemán”.

El presidente afirmó que, pese a las dudas “justificadas” que suscita la decisión del presidente Donald Trump sobre Jerusalén y la cuestionable contribución a la paz en Oriente Próximo que la misma supondría, nada puede servir para respaldar el odio a Israel y el desprecio a los judíos que viven en Alemania.

“En Alemania no podemos admitir nada de eso, ni el antisemitismo escandaloso ni el antisemitismo sutil”, sostuvo el presidente, muy conocedor de la situación en Oriente Próximo en su calidad de ex ministro de Asuntos Exteriores.

Estatus de Jerusalén

Steinmeier mantuvo una conversación telefónica con su colega israelí, Reuven Rivlin, a quien reiteró la posición de Berlín con respecto al estatus de Jerusalén, que considera que debe decidirse en una negociación con los palestinos. “Pero nada de eso justifica el odio a Israel ni la humillación de ciudadanos judíos en las calles y plazas de Alemania”, insistió el presidente, que hizo extensiva su denuncia a las “burdas consignas de odio y violencia” que se siguen produciendo y también de “actitudes más sutiles, como la difusión de prejuicios ante todo lo judío”.

En la misma línea se pronunció el ministro de Justicia, el también socialdemócrata Heiko Mass. En una editorial que publicará el semanario Der Spiegel en su próxima edición, Mass consideró “urgentemente necesario” impartir clases de Historia a los hijos de los demandantes de asilo y refugio que ha acogido Alemania, en su mayoría procedentes de Oriente Próximo.

“Muchos niños en esos países no tienen la oportunidad de aprender Historia, más bien al contrario. La mayoría viene de países donde el poder propaga el odio hacia los judíos y hacia Israel y el antisemitismo es una norma cultural aceptada”, sostuvo Mass, agregando que la educación sobre el Holocausto debería formar parte del programa de integración de los refugiados.

Para Mass, “la responsabilidad no tiene excepciones y tampoco es negociable”. Alemania ha acogido desde el estallido de la crisis de los refugiados a mediados de 2015 más de un millón de personas, en su inmensa mayoría musulmanes y procedentes de Siria, Irak y Afganistán.