La ciudad de Toledo no para de sorprender. El Ayuntamiento ha informado este jueves del hallazgo de un pozo medieval judío en las obras de Reyes Católicos, situado junto a la Plaza de Barrio Nuevo, concretamente frente al restaurante La Perdiz, según ha explicado la portavoz del Gobierno local, Noelia de la Cruz. Se trata de una edificación que ya aparecía en los planos desde 1720 y fue cerrado en 1967, hace 55 años.
Aparece un pozo medieval judío en las obras de la calle Reyes Católicos de Toledo
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Los obreros se toparon la tarde del miércoles con una placa de hormigón, un hecho del que se informó inmediatamente al arqueólogo municipal, según ha explicado la concejal, que ha descartado que este hallazgo paralice las obras que están realizando en esta zona de la ciudad.
Los trabajos solo pararán del 8 de abril, hasta el 18 de este mismo mes para favorecer la actividad comercial en Semana Santa.
Como curiosidad, la portavoz ha dicho que el brocal de este pozo es el que actualmente se encuentra en el Pozo Amargo de la ciudad. El foso tiene un diámetro de seis metros y una profundidad de nueve así como cinco metros de lámina de agua y, según los indicios de los técnicos, «se trataría de un pozo público en el que la gente se abastecía de agua para uso diario».
Asimismo, De la Cruz ha mantenido que el hallazgo se produjo al detectar la cubierta de hormigón que lo protegía y, posteriormente, los técnicos personados en la zona procedieron a ubicar este pozo en planta, así como a través de sus diferentes secciones procediendo a protegerlo con un recubrimiento de geotextil y una plancha metálica y recubrimiento para salvaguardarlo.
Por motivos de seguridad, el Ayuntamiento descarta que se pueda visitar el hallazgo. Lo que sí se va a hacer es protegerlo, catalogarlo e inventariarlo, según la concejal.
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