Estados Unidos está listo para facilitar las conversaciones fronterizas marítimas entre Líbano e Israel que tendrán beneficios para la economía libanesa golpeada por la crisis, dijo el jueves un enviado estadounidense.
En una visita a Beirut, el subsecretario de Estado David Hale, quien prometió no abandonar los intereses estadounidenses en el Líbano, dijo en una visita a Beirut que resolver la disputa fronteriza marítima con Israel “tendría el potencial de desbloquear importantes beneficios económicos para el Líbano”.
Los dos enemigos vecinos iniciaron negociaciones el año pasado, una culminación de años de diplomacia estadounidense, que desde entonces se han estancado.
La disputa ha retrasado la exploración costa afuera en el Mediterráneo oriental. Mientras Israel bombea gas desde campos marinos, el Líbano aún tiene que encontrar reservas comerciales.
Hale también culpó a los líderes libaneses por no haber puesto fin a un punto muerto en las conversaciones del gabinete para abordar el colapso, que ha derrumbado la moneda.
Advirtió que “los que continúan obstaculizando” el progreso se abren a acciones punitivas, sin nombrar individuos.
Como parte de su campaña de presión sobre Teherán, Washington aumentó las sanciones el año pasado contra los aliados libaneses de Hezbollah, golpeando a exministros por cargos de corrupción y vínculos con el grupo respaldado por Irán, al que clasifica como terrorista.
Hale acusó a Hezbollah e Irán de socavar al Estado después de reunirse el jueves con el presidente libanés Michel Aoun, un aliado político del grupo cuyo yerno se convirtió en blanco de las sanciones estadounidenses.
Hale dijo que las conversaciones con Irán sobre la reactivación de un acuerdo nuclear de 2015 podrían fomentar la estabilidad regional, pero “solo serían el comienzo de nuestro trabajo”, ya que Estados Unidos aborda “los otros elementos del comportamiento desestabilizador de Irán”.
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