Una reunión internacional consagrada a Siria se abrió este sábado en Lausana, Suiza, con la participación de Estados Unidos, Rusia y los principales países de la región implicados militarmente en el conflicto.
Turquía, Qatar, Arabia Saudita, Irán, Egipto, Irak, Jordania, así como el enviado especial de la ONU para Siria asisten al encuentro, que no ha despertado grandes esperanzas diplomáticas, según los propios participantes.
Poco antes del inicio de la conferencia internacional el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y su homólogo ruso, Sergei Lavrov, se reunieron aparte, en su primer encuentro desde el inicio de la ofensiva del régimen sirio en la ciudad de Alepo.
Fue la primera vez que los dos ministros se reunieron tras haber roto la cooperación bilateral entre sus dos países hace menos de dos semanas y después de un cruce de acusaciones sobre la responsabilidad por el fin de esa alianza.
El encuentro se realiza en un ambiente bastante tenso entre Rusia y los países occidentales, que acusan a Moscú de “crímenes de guerra” en Alepo. De hecho, ayer, víspera de la reunión, el propio Lavrov dijo que iba a la cita de Lausana “sin ninguna expectativa”.
El encuentro de Lausana no busca un resultado inmediato sino examinar distintas ideas para poner fin a las hostilidades, explicó un responsable estadounidense.
Desde 2011, más de 300.000 personas han muerto en la guerra en Siria y más de 13,5 millones de sirios necesitan ayuda humanitaria, según la ONU.
En la víspera, intensos bombardeos cayeron en Alepo, donde exhaustos rescatistas trabajaban sin descanso entre los escombros de los barrios rebeldes. Según los expertos, se dan las condiciones para que las fuerzas del régimen de Al Asad se apoderen de la ciudad, lo que podría dar un vuelco a la guerra desatada en 2011.
Los países europeos no fueron invitados al encuentro, aunque está previsto que representantes de las principales potencias del continente se reúnan el domingo en Londres con Kerry.
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