Una gran explosión sacudió la localidad de Ain Qana, un baluarte del grupo terrorista libanés chií Hezbollah en el sur del Líbano, creando una enorme nube de humo negro, y reavivando los frescos recuerdos de la letal explosión del 3 de agosto pasado que destruyó el puerto de Beirut.
Fuentes locales sugieren que el hecho ocurrió en un arsenal de armas de Hezbollah, no lejos de la frontera con Israel. El canal Al Hadat, que tiene su sede en Dubái, Emiratos Árabes Unidos, indicó que la explosión tuvo lugar en una posición del grupo pro-iraní. En tanto que el canal MTV libanés informó que se registraron varios heridos.
Hezbollah, que acordonó la zona, dijo a los medios de comunicación libaneses que no se registraron heridos, aunque los habitantes de la zona revelaron que las ambulancias trasladaron a varias víctimas.
La explosión vuelve a poner sobre el tapete la táctica de Hezbollah de desplegar misiles y ocultar sus depósitos de armamentos entre la población civil.
La explosión en el puerto de Beirut el mes pasado dejó 191 víctimas fatales, más de 6.500 heridos y a 300 mil personas sin hogar, según datos oficiales.
“Todos saben dónde están las armas. La cuestión de estas armas en las aldeas y ciudades es ahora un asunto de vida o muerte. Es injustificable e inaceptable que Hezbollah considere almacenar sus armas en esos lugares”, expresó el periodista libanés Ali al Amin al canal al Hadat TV.
Ya era hora de que alguien comenzara a volarle uno a uno todos los arsenales y depósitos de armas del Hezbolah, a ver si aprenden que con Israel no se meten.