El 3 de noviembre de inauguró una exposición llamada “Rutas de la esperanza” en el Museo Nacional de las Intervenciones en Coyoacán, Ciudad de México.
Esta exposición relata la historia del transporte de Santa Rosa, transporte de alrededor de 1400 polacos traídos a México en medio de la Segunda Guerra Mundial en 1943.
Dentro de este transporte también habían algunos judíos polacos. Lo interesante es que este tipo de transportes se realizaron a diferentes países por acuerdos de gobiernos en la época de la guerra y actualmente se están llevando estas exposiciones a dichos países, no solo a México. Estas exhibiciones son organizadas y creadas por el Instituto de Memoria Nacional de Polonia, organismo que recuerda, difunde y educa sobre la historia polaca, principalmente centrada en el siglo XX.
La exposición muestra desde antecedentes de la guerra, la ocupación Nazi a Polonia, la lucha del ejército polaco, el horror de la guerra y la historia de estos transportes.
Hay una parte específica que también honra a los judíos polacos. Primero relata como hubo una migración masiva de judíos al mandato Británico de Palestina en el periodo de entre guerras.
“Entre 1918 y 1938, desde Polonia a Palestina emigraron alrededor de 100.000 judios que desempeñaron un papel cada vez más importante en la vida social y económica del país. El gobierno polaco favoreció las aspiraciones judías a formar un Estado propio y la emigración a Palestina. Apoyó las organizaciones paramilitares judias “Irgún” y “Haganá”, en secreto de los británicos, suministrándoles armas y dinero.” se puede leer en una de las partes de la exhibición.
Muchos de ellos fueron parte del ejército polaco, al ser parte igual de la población antes de la guerra. Incluso algunas tropas polacas estuvieron un tiempo en el Mandato Británico de Palestina como se lee en la exhibición: “Tras la derrota de Francia en junio de 1940, la Brigada de Fusileros de los Cárpatos, al mando del gral. Stanistaw Kopanski, fue evacuada desde Siria a Palestina (…) La brigada, siendo la única unidad terrestre polaca preparada para el combate, fue enviada a Egipto a principios de octubre de 1940 y, a partir de agosto de 1941, participó en los combates en el frente libio.”
También en el 42 brigadas militares polacas llegaron al Mandato Británico al ser evacuadas de la URSS. En Galilea se crearon campos de entrenamiento para el ejército polaco.
Miles de estos soldados eran de ascendencia judía y estando en el Mandato Británico de Palestina, decidieron quedarse ahí y unirse a organizaciones paramilitares que luchaban por la creación del Estado judio.
Entre ellos se encontraba el que más tarde sería el primer ministro israeli, Menajem Beguin.
Sin duda una exhibición interesante, y en este evento también escuchamos discursos dirigidos por Maciej Ziętara, embajador de Polonia en México; Karol Nawrocki, presidente del Instituto de la Memoria Nacional de Polonia, quien leyó su discurso en español. Ambos expresaron su gratitud a México por en tiempos de guerra y oscuridad haber acogido a sus compatriotas.
Después de la inauguración, realizamos una entrevista para Diario Judío y The voice of the Silence con Karol Nawrocki, presidente del Instituto de la Memoria Nacional de Polonia e historiador. En estos minutos, Nawrocki nos relata sobre la labor del Instituto y cómo se recuerda el Holocausto, así como la población judío-polaca como parte de su historia y sociedad.
Gracias a la Embajada de Polonia en México por la invitación, oportunidad y por su puesto al Instituto de la Memoria Nacional de Polonia.
Este año se cumplen 80 años del transporte de Santa Rosa por lo que después de la exposición los funcionarios de la embajada de Polonia en México y del Instituto Nacional de Memoria viajaron a Guanajuato a conmemorar este hecho.
Gilberto Bosques