El filántropo judeocanadiense Yank Barry logró, la semana pasada, su objetivo de salvar a 1.218 refugiados de Irán, Siria e Irak, países de Medio Oriente devastados por la guerra y la represión, y repatriarlos a Bulgaria, de modo de replicar la cantidad de judíos protegidos por el empresario alemán Oskar Schindler durante la Shoá, más otros dieciocho, que es el valor numérico de la palabra “vivo” (jai) en hebreo.
“Nadie ha hecho tanto para ayudar a Bulgaria en esta crisis; no podemos agradecerle lo suficiente”, aseguró Nikolay Chirpanliev, presidente de la Agencia Estatal para Refugiados de ese país, en Sofía.
Barry y su Fundación Campeones de la Aldea Global “han centrado sus esfuerzos en ayudar a quienes más ayuda necesitan: enfermos, familias con muchos niños, personas traumatizadas por la guerra y familiares perdidos”, agregó.
Además de rescatar y alimentar a más de 5.000 individuos en cinco campos de refugiados búlgaros, la entidad se dedica a regalarles juguetes a niños y dar clases de idiomas y oportunidades de formación para adultos.
La ONG ha proporcionado casi mil millones de porciones de comida a personas que padecen hambre en todo el mundo, y aparte del aporte de Barry, cuenta con la ayuda de campeones del mundo de boxeo, como el filipino Manny Pacquiao y los estadounidenses Evander Holyfield (todos en la foto) y Muhammad Ali, entre otros donantes.
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