Israel reaccionó con furia ayer jueves al conocerse una resolución del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas de enviar una misión para investigación posibles violaciones a los derechos humanos en la Ribera Occidental y en colonias de Jerusalem Oriental.
En declaraciones que consigna The Jerusalem Post, el primer ministro Benjamin Netanyahu calificó de “hipócrita” al Consejo y consideró que debería “avergonzarse de sí mismo”.
Por una votación de 36 a 1, y 10 abstenciones, el Consejo decidió establecer una misión internacional que investigue la situación en los asentamientos. Sólo Estados Unidos votó en contra de la medida.
“Este es un consejo que debería estar avergonzado de sí mismo”, dijo Netanyahu. “El Consejo de Derechos Humanos no tiene nada que ver con los derechos humanos”, agregó.
Además, Netanyahu sostuvo que el cuerpo tiene un sistema automático de la mayoría anti-Israel.
El Primer Ministro señaló que el Consejo aprobó hasta hoy 91 resoluciones, 39 de ellas relacionadas con Israel, tres con Siria y con Irán.
“No había más que escuchar la forma en que habló sobre los derechos humanos el representante de Siria en el consejo para darse cuenta de lo desconectado de la realidad que está el Consejo”, sostuvo Netanyahu.
Asimismo, señaló que otro indicio de cuán lejos está el consejo de los derechos humanos es que esta semana recibió a un activista de Hamas, una organización cuya ideología se basa en “el asesinato de civiles”.
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