El ministro de Migración y Refugio griego, Notis Mitarachi, instó a Turquía a dejar de mandar a los migrantes a Europa y cumplir con sus compromisos.
“Hoy por la mañana la guardia costera griega informó sobre varios incidentes con la guardia costera y la Armada de Turquía que acompañaban frágiles pateras con migrantes hasta las fronteras de Europa, en un intento de provocar una escalada de conflicto con Grecia”, comunicó Mitarachi en una nota.
El ministro no duda de que “los migrantes partieron de las costas turcas porque estaban acompañados por Turquía y estaban fuera de peligro”.
“Llamamos a Turquía primero, a acabar ya y poner fin a tales provocaciones injustificadas; segundo, devolver a los migrantes a Turquía; y, tercero, cumplir con la Declaración Conjunta de la UE y Turquía sobre la migración de 2016”, dijo el ministro.
La guardia costera griega informó este 2 de abril que una lancha turca entró en las aguas territoriales griegas al noreste de la isla de Lesbos y que hizo unas maniobras peligrosas cerca de una lancha patrullera griega.
Además, dos pateras con migrantes, acompañadas por lanchas turcas, intentaron entrar en las aguas territoriales de Grecia.
Los incidentes se produjeron de cara a una visita del ministro de Exteriores de Grecia, Nikos Dendias, a Ankara programada para el 14 de abril. Atenas dijo que la visita se realizará si Turquía se abstiene de provocaciones.
Tras la crisis migratoria de 2015, provocada por un brusco aumento de la afluencia a la Unión Europea de los migrantes procedentes de Oriente Medio, África y otras regiones, la UE y Turquía firmaron el Plan de Acción Conjunto que tiene como objetivo detener el flujo de migración irregular a Europa a través de Turquía.
El 18 de marzo de 2016, el Consejo Europeo y Turquía suscribieron una declaración conjunta para reafirmar su compromiso con la ejecución del plan.
La UE se comprometió a prestar ayuda financiera al país otomano, que acoge el mayor número de refugiados, sobre todo de procedencia siria.
Turquía aceptó readmitir a los inmigrantes indocumentados que llegaban desde su territorio a la UE, en particular a Grecia, mientras el bloque comunitario prometió que aceptaría a los inmigrantes sirios legales.
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