Grupo mexicano de derechos humanos lanzó guía en línea para buscar personas desaparecidas

El miércoles 18 de enero, un grupo mexicano de derechos humanos lanzó una guía en línea para personas que buscan a familiares desaparecidos, una necesidad real en un país donde las autoridades tardan en actuar.

México tiene casi 110.000 personas registradas como desaparecidas, pero muchas de las búsquedas más efectivas las realizan familiares o activistas. El sistema policial anticuado y con fondos insuficientes de México se ha visto abrumado por secuestros y asesinatos promovidos por pandillas.

Mientras tanto, el sistema legal es arcano en terminología y procedimientos y tiene poca consideración con las personas que no están familiarizadas con los términos legales.

Debido a que las familias tienen que enfrentar una curva de aprendizaje pronunciada cuando alguien desaparece, la guía en línea les dice a las personas cuáles son los pasos legales para presentar cualquier cosa, desde un informe de un delito hasta una orden judicial constitucional.

Él Centro de derechos humanos Miguel Agustín Pro Juárez espera que la guía ayude a las personas a encontrar y conservar pruebas y testimonios y, finalmente, a encontrar a sus seres queridos.

María Luisa Aguilar, directora del centro de derechos humanos, dijo que las familias “se enfrentan todos los días a funcionarios de la fiscalía que, en el mejor de los casos, son indiferentes a sus solicitudes”.

Los familiares a menudo tienen que solicitar y recopilar pruebas, como imágenes de cámaras de video y registros telefónicos.

Jacqueline Palmeros tuvo que aprender todo esto rápido por sí misma hace dos años y medio, cuando su hija Jael Montserrat desapareció luego de abordar un vehículo en las afueras de la Ciudad de México.

Palmeros espera que la nueva guía ayude a otros a “perseverar en la búsqueda de la verdad y la justicia” y evitar tener que aprenderlo todo sobre la marcha.

Es una batalla cuesta arriba. Las autoridades mexicanas tienen en sus manos alrededor de 52.000 cuerpos no reclamados que no han podido identificar. Con las morgues desbordadas, se han visto obligados a enterrarlos en fosas comunes. Esto significa que es posible que nunca se resuelvan los casos de muchas personas desaparecidas.