Medio Oriente está siendo azotado por una “tormenta perfecta”, dijo la
secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton. Las protestas de los
últimos 12 días en Egipto sitúan a este país en el ojo de la revuelta, que según
la funcionaria muestra que la región debe “abrazar el cambio democrático”.Desde
Munich, donde participa en una reunión del Cuarteto para Medio Oriente, Clinton
afirmó que “corrientes poderosas” atraviesan el mundo árabe, y que “el status
quo simplemente no se sostiene”.
El gobierno de Estados Unidos ha señalado la necesidad de una transición
ordenada e inmediata en Egipto, pero en El Cairo apenas se organizan reuniones y
en la Plaza Liberación los manifestantes empiezan a preguntarse cuánto más se
podrá lograr.
El presidente Barack Obama reiteró el viernes que la transición del poder en
Egipto debe comenzar “ahora”. Dijo que el futuro del país “debe ser decidido por
su pueblo” y exhortó al presidente, Hosni Mubarak, a “tomar la decisión
correcta”. Obama “fue más allá en la sugerencia de que Hosni Mubarak debe irse,
pero no se decidió -sin duda por buenos motivos diplomáticos- a decir esas
palabras”. Por primera vez desde que designara un nuevo gabinete, Mubarak se
reunió sábado(5) con el nuevo primer ministro, Ahmed Shafiq, y los titulares de
Petróleo, Comercio, Finanzas y Solidaridad Social. Mientras la multitud
aumentaba en la Plaza Liberación, los ministros discutieron con el mandatario
los efectos de las protestas sobre la economía.
El ministro de Finanzas Samir Radwan indicó que el vice presidente, Omar
Suleiman, se reunirá con algunos de los líderes de la oposición. El principal
grupo de la oposición, los Hermanos Musulmanes, ha dicho estar dispuesto a
participar en las conversaciones sólo si Mubarak renuncia de inmediato. También
ha exigido que el nuevo equipo de gobierno explique las reformas que propone y
especifique el período en que se implementarán. Aunque crecen las presiones
tanto en Egipto como en el exterior para que Mubarak dimita, el mandatario -en
el poder desde 1981- ha dicho que permanecerá en el cargo hasta los próximos
comicios presidenciales, convocados para septiembre.Al tiempo que las
autoridades egipcias discutían el estado de las cosas en el palacio presidencial
de Heliópolis, una explosión en un gasoducto ubicado en la península del Sinaí,
obligó a cortar el suministro de gas a Israel y Jordania.
El gobernador de la región, Abdel Wahab Mabruk dijo sospechar de un sabotaje,
pero no dio más detalles. La economía de Egipto está resquebrajándose a un ritmo
de US millones diarios en pérdidas, en el marco de la peor crisis en 30 años.
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