La aprobación de un proyecto de ley contra el boicot a Israel en la legislatura de Illinois, Estados Unidos, probablemente servirá como punto de inflexión para seguir con los intentos a nivel estatal para combatir los esfuerzos por deslegitimar a Israel. La legislación innovadora de Illinois, aprobada por unanimidad por la Cámara y el Senado, proporcionó un modelo viable que ya está siendo examinado por los opositores al movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), que lleva a cabo una guerra propagandística contra Israel en las universidades de Estados Unidos.
La legislación de Illinois evitará que el fondo de pensiones del Estado invierta en empresas que boicoteen a Israel. El gobernador Bruce Rauner ya se ha comprometido a firmar el proyecto de ley, el primero de su tipo en ser aprobado en los Estados Unidos.
“Espero ver esta estrategia replicada en otros estados”, comentó Jacob Baime, director de Israel on Campus Coalition, cuya organización es una de las que están en la vanguardia de la lucha contra el activismo pro-BDS en los campus. “Esta legislación impone un costo por participar en un comportamiento que es contrario a los intereses de Estados Unidos y el apoyo de Estados Unidos para la paz en Oriente Medio. Esta es una estrategia que probablemente dará más frutos”.
Los anteriores intentos de legislar contra BDS no tuvieron éxito, tanto a nivel nacional como estatal. Medidas en el Congreso, así como en Maryland y Nueva York fracasaron ante las críticas de que limitan la libertad de enseñanza y el derecho de los individuos a la libertad de expresión.
“Desde Illinois será fácil para otros estados recoger la iniciativa”, dijo Peggy Shapiro, director del Medio Oeste de la organización pro Israel StandWithUs. “La investigación legal aquí es meticulosa. De ninguna manera niega a nadie la libertad de palabra o expresión, pero se basa en la misma lógica que cuando los EE.UU. decidimos en la década de 1970 durante el embargo petrolero árabe contra Israel, que los EE.UU. no vamos a ir juntos con quienes quieren destruir un aliado. Otros estados pueden seguir el ejemplo fácilmente y espero que muchos lo harán”.
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