Al embajador jordano en Israel se le impidió el jueves ingresar al complejo de la mezquita de al-Aqsa.
Sobre ese hecho, la televisión jordana informó que funcionarios de seguridad israelíes pidieron al embajador Rasan al-Majali que abandonara el área después de exigirle que presentara un permiso.
Israel al principio negó el informe, pero el enviado israelí en Jordania fue convocado al Ministerio de Relaciones Exteriores en Amman para una aclaración.
La policía israelí comunicó que el jefe jordano de la dotación musulmana, el Waqf y el embajador llegaron sin previo aviso. “Un oficial de servicio no reconoció a los caballeros y no estaba al tanto de ninguna visita planificada e informó a su comandante. Mientras esperaba instrucciones, retrasó a los dos hombres en la entrada del complejo”, informó la policía en un comunicado.
“Contrariamente a los informes engañosos, la entrada no fue impedida y el propio embajador decidió irse por su propia voluntad”, explicó la policía. “Si hubiera esperado unos segundos más, se le habría permitido entrar. La coordinación anticipada habría evitado cualquier retraso y lamentamos la falsa notificación del incidente”, agregó.
La explicación de la policía, sin embargo, no calmó a los jordanos, que rápidamente convocaron al embajador de Israel en Jordania, Eitan Sorkis, al ministerio, “a raíz de que al embajador jordano se le impidiera ingresar a la mezquita de Al Aqsa”.
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