Después de 6 horas de hacer campaña por la enmienda de la Constitución para instaurar la reelección indefinida, Hugo Chávez se percató que había cometido un ‘error político’: se olvidó pedir que estamparán las firmas que, el jueves próximo, consignarán a la Asamblea Nacional. En dos días, aseguró, habían conseguido 470.900 rúbricas y entre hoy y mañana llegarían a 6 millones, si se suman las recogidas en la primera tanda.
El presidente aprovechó el ‘reality show’ dominical, el primero de 2009, para defender el cambio del artículo 230 de la Constitución y amenazar a todos los sectores si votaban en contra. ‘Los que quieran guerra, cabillazo vayan con ellos.
La oposición saca las uñas y arremeten contra el pueblo.
¡Imagínense que pasaría si llegan a Miraflores!; llenarían de odio, de sangre al país. ¡Dios nos libre! La oposición es garantía de odio, de muerte. Nosotros, unidos, somos garantía del futuro, de paz’.
Chávez criticó la cobertura de prensa del traspaso del control operativo del satélite Simón Bolívar y a Ricardo Sánchez, presidente de la Federación de Centros Universitarios de la UCV, por señalar que los jóvenes rechazan la revolución: ‘Son manipulaciones. Jóvenes, vamos a demostrar con quién están. La juventud está con la revolución. Los hijos, los burguesitos, los pitiyankis, están con la oposición’.
Negó que cercene la alternancia en el poder: ‘Cada ladrón juzga por su condición, así que si atacan, contraataquemos.
Dicen que cerceno, que aniquilo la juventud, lo miran con su propia vara porque defienden el modelo de democracia falsa, representativa, cupulita’.
El Presidente obvió leer un recuadro en primera de El Nacional que informaba del acto en Guárico, en El Sombrero, donde operarán el satélite, además de una información en la sección Ciudadanos.
A diferencia de otros Aló, no hubo minutos en los cuales no abogó por la enmienda reeleccionista y, en particular, sobre el temor que siente de que prive la abstención el 15 de febrero.
Dijo que no había tiempo para convencer a quienes objetan la reelección y que, por ello, el trabajo del PSUV era formar una gran maquinaria que busque a eventuales chavistas. ‘Que nadie se quede sin votar’.
Hasta el conflicto Israel-Palestina, en Gaza, usó para posicionar la idea que sólo su permanencia en Miraflores es conveniente. ‘Mataron a (Yassef) Arafat porque sabían que sin un liderazgo aglutinador saldrían las corrientes y el país se desintegraría. El imperio tiene el mismo plan en Venezuela.
Quieren matar a Chávez. Si ganamos el referéndum (pro-enmienda) neutralizaríamos un revocatorio, un golpe de Estado. Se despejaría el horizonte político’. Sin embargo, reconoció que el desgaste perjudica una eventual reelección; aunque dijo que aún así estaba dispuesto a ser precandidato: ‘Tengo una desventaja: El desgaste es el gobierno’.
Para ganarse la indulgencia de los gobernadores y alcaldes afirmó, por primera vez: ‘No soy imprescindible, ni único líder. Necesitamos que el liderazgo nuevo se fortalezca y que se mantengan unidas las tendencias’.
Por segunda vez, aunque esta vez ordenó una cadena nacional para difundir un vídeo sobre el incidente en el aeropuerto de Maiquetía que tituló ‘Pitiyankis al desnudo’, acusó a un diplomático de Estados Unidos de haberse reunido en Puerto Rico con Alberto Federico Ravell (Globovisión) y dirigentes de oposición para elaborar las estrategias contra el cambio de la Constitución
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