Recientemente, un grupo de científicos del Instituto Weizmann publicaron un innovador estudio en la revista científica Nature Biomedical Engineering. El estudio se centraba en el desarrollo de un algoritmo que ofrece una manera sencilla de adaptar los anticuerpos animales para su uso en humanos de manera segura.
Si bien a finales del siglo XX la medicina ya había encontrado métodos para evitar que los anticuerpos animales no provoquen respuestas inmunológicas peligrosas, al día de hoy estos métodos son muy costosos y llevan mucho tiempo. También pueden producir que los anticuerpos sean menos efectivos.
Los investigadores del Departamento de Ciencias Biomoleculares del Instituto Weizmann de Ciencia, liderados por Sarel Fleishman, desarrollaron el algoritmo CUMAb, que permite la humanización computacional de anticuerpos. Este algoritmo exploró todas las formas posibles de humanizar un anticuerpo de ratón, generando 20.000 variantes humanizadas y seleccionando las mejores según la estabilidad estructural.
Cinco de esas variantes fueron sintetizadas y probadas, y todas resultaron igual de efectivas que los anticuerpos originales del ratón.
Fleishman explicó que “humanizar un anticuerpo para que pueda combatir enfermedades en nuestros cuerpos sin provocar una respuesta inmunológica puede ser complicado”. Además, agregó que “es la primera vez que un método ha demostrado un éxito tan amplio en este problema crítico de ingeniería biomédica. Es muy probable que se convierta en un elemento clave para acelerar la transición de moléculas candidatas terapéuticas a fármacos del mundo real”.
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