Investigadores de Israel y Alemania mantienen que los aditivos de los alimentos industrializados podrían elevar el riesgo de desarrollar enfermedades autoinmunes, un descubrimiento que llega poco después de que la Organización Mundial de la Salud anuncie que consumir una excesiva cantidad de comida procesada eleva el riesgo de contraer cancer.
El metaanálisis fue liderado por el Profesor Aaron Lerner de la Facultad de Medicina Ruth y Bruce Rappaport, que es parte del reconocido Technion, en Haifa, y el Dr. Torsten Matthias del Instituto Aesku-Kipp en Alemania.
Su estudio fue recientemente publicado en “Autoimmune Reviews”.
Los científicos aseguran que consumir comidas procesadas daña la resistencia del intestino ante elementos hostiles. Esto aumenta la probabilidad de desarrollar enfermedades autoinmunes, a través de las cuales el sistema inmunológico del cuerpo ataca células, tejidos u órganos como si fueran cuerpos extraños. Los investigadores examinaron los efectos de alimentos procesados en los intestinos y sobre enfermedades autoinmunes.
Lerner dijo: “En décadas recientes han decaído las incidencias de enfermedades infecciosas, pero al mismo tiempo ha habido un aumento en las incidencias de enfermedades alérgicas, autoinmuhnes y de cáncer. Ya que los cambios genéticos son insignificantes en periodos tan cortos, la comunidad científica está buscando por las causas en el ambiente”.
Consultado por el Jerusalem Post, el profesor Itamar Grotto, el jefe de salud pública del Ministerio de Salud del Gobierno de Israel, dijo que los descubrimientos fueron basados en estudios realizados en laboratorios en pruebas in-vitro y no en estudios epidemiológicos en humanos. “Algunos de los aditivos, como la glucosa y el sodio, son naturales, y algunos son industriales y artificiales. Sabemos que consumir mucha comida procesada no es recomendable”.
Grotto también contestó a la recomendación del investigador en la cual aseguraba que aquellos que tuvieran una familia con antecedentes de enfermedades autoinmunes deberían evitar alimentos procesados, diciendo que eso es “saltar a conclusiones”.
En su estudio, los investigadores se centraron en el significativo aumento en el uso de aditivos de comida industrial hechos para mejorar el sabor, olor, textura y duración de la comida, y encontraron una “conexión circunstancial significativa entre el aumento de alimentos procesados y el aumento de enfermedades autoinmunes”.
Muchas enfermedades autoinmunes son resultados del daño que sufre el funcionamiento de las “uniones estrechas” que protegen la mucosa intestinal, aseguran los investigadores. Cuando funcionan normalmente, las uniones estrechas sirven como una barrera contra bacterias y toxinas, entre otras cosas, protegiendo el sistema inmune.
Los investigadores encontraron que al menos siete aditivos alimenticios debilitan las uniones estrechas: glucosa (azúcares), sodio (sal), disolventes de grasa (emulsionantes), ácidos orgánicos, gluten, transglutaminasa microbiana (una enzima especial que sirve como “pegamento” de proteína alimentaria) y partículas nanométricas.
“Agencias de control y aplicación, como lo es la Administración de Alimentos y Medicación rigurosamente supervisan la industria farmacéutica, pero el mercado de los aditivos alimenticios permanece sin supervisión”, dijo Lerner.
“Esperamos que este estudio y estudios similares aumenten conciencia sobre los peligros inherentes a los aditivos alimenticios y creen conciencia acerca de la necesidad de control sobre ellos”.
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