En estos campus universitarios estallaron por primera vez las protestas estudiantiles en contra de Israel, por los ataques de represalias contra Gaza, tras el sangriento asalto del grupo palestino terrorista Hamás del 7 de octubre, que dejó más de 1,200 muertos, en su mayoría civiles, y 251 rehenes en manos de los islamistas, decenas de ellos, muertos en cautiverio.
“Demasiadas universidades han tolerado el acoso antisemita generalizado y los campamentos ilegales que paralizaron la vida universitaria el año pasado, llevando la vida judía y la expresión religiosa a la clandestinidad”, manifestó Craig Trainor, el secretario adjunto interino de derechos civiles del Departamento de Educación.
Resoluciones “ineficaces”
Tainor condenó los acuerdos de resolución “ineficaces” de la administración de Joe Biden (2021-2025) que, sostuvo, hicieron “vergonzosamente poco” para exigir responsabilidad a esas instituciones, en las que se produjeron enfrentamientos violentos contra manifestantes pro-israelíes.
“Hoy, el Departamento está poniendo a las universidades, colegios, escuelas primarias y secundarias en aviso: esta administración no tolerará la continua indiferencia institucional hacia el bienestar de los estudiantes judíos en los campus estadounidenses, ni se quedará de brazos cruzados si las universidades no combaten el odio a los judíos, el acoso ilegal y la violencia que fomenta”, apuntó el funcionario designado por Trump.
Esta investigación, que será dirigida por la Oficina de Derechos Civiles del Departamento de Educación, está enmarcada en la orden ejecutiva suscrita por el mandatario republicano el miércoles pasado, en la que instruye a las agencias federales a identificar “todas las autoridades civiles y penales” disponibles para combatir el antisemitismo.
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