Los medios de comunicación alemanes informaron el jueves por la noche de las sospechas de que los Guardias Revolucionarios de Irán están detrás de los recientes intentos de atacar las sinagogas de la comunidad judía del país.
Estos informes aún no han sido confirmados oficialmente, pero refuerzan las acusaciones sobre el aumento de los esfuerzos de la IRGC para llevar a cabo ataques terroristas y asesinatos contra sus enemigos.
Recientemente se han producido tres incidentes que se relacionan con Irán, todos ellos en la misma noche del mes pasado, en varias ciudades del estado provincial alemán de Renania del Norte-Westfalia. Los sucesos incluyeron un tiroteo en una sinagoga de Essen, el lanzamiento de explosivos hacia una escuela cercana a una sinagoga de Bochum y un plan para incendiar una sinagoga en Dortmund.
Uno de los principales sospechosos es el ciudadano germano-iraní Ramin Yaktafars, apodado «Rami Y», que huyó a Irán en septiembre de 2021. El sospechoso era el jefe de una rama local de una banda llamada «Ángeles del Infierno», y Alemania emitió una orden de detención internacional contra él por sospecha de asesinato. Los últimos informes afirman que fue reclutado por la Guardia Revolucionaria.
Los medios de comunicación alemanes afirman que se ha denunciado que Yaktafars estaba en contacto con otro ciudadano germano-iraní que fue detenido el mes pasado por intentar incendiar la sinagoga de Dortmund. Fue detenido después de que otro ciudadano germano-iraní dijera a la policía que el sospechoso trató de convencerle de que lanzara explosivos contra la sinagoga. Según el testimonio, el hombre le prometió que, si lo hacía, sería perdonado por las autoridades iraníes y podría regresar a su país ileso.
Los informes afirman que hubo un total de cuatro sospechosos implicados en los supuestos atentados: uno fue detenido, otro se entregó y los otros dos siguen en libertad.
Los cuatro habrían vigilado al presidente del Consejo Central de los Judíos de Alemania, Josef Schuster. Tras la investigación, se reforzó la seguridad de Schuster, así como la de las instituciones judías locales.
Los informes alemanes salieron a la luz al mismo tiempo que un artículo del Washington Post, en el que se afirmaba que Irán estaba incrementando sus esfuerzos para llevar a cabo asesinatos y secuestros de funcionarios del gobierno, activistas de protesta, disidentes y periodistas en todo el mundo.
Funcionarios de Estados Unidos, Europa y Oriente Medio confirmaron que la inteligencia iraní se apoyaba en gran medida en fuentes no iraníes para llevar a cabo los ataques terroristas.
Los expertos creen que Irán intentaba convencer a delincuentes, como ladrones de joyas o traficantes de drogas, para que llevaran a cabo atentados terroristas a cambio de miles de dólares. Dado que los reclutas a menudo se acobardan, estas operaciones no siempre se llevan a cabo, pero los funcionarios advierten que esto no agota los esfuerzos iraníes.
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