Israel puso en marcha hoy el plan para detener y deportar a inmigrantes ilegales y las fuerzas de seguridad detuvieron a decenas de sudaneses del sur en distintas partes del país, informaron fuentes oficiales.
Las fuerzas se seguridad arrestaron hoy a 55 inmigrantes en situación irregular, la mayoría en el sur y en el centro del país, en las ciudades de Eilat y en Tel Aviv, indicó la oficina de información del Ministerio de Interior para Inmigración.
Ayer, otros 25 sin papeles fueron también detenidos por la Brigada Oz, que se encarga de la detención de inmigrantes en cumplimiento de los planes del gobierno para deportar a miles de sudaneses del sur y eritreos que entraron y residen ilegalmente en el país.
Las detenciones “proseguirán hasta que se detenga a todos los que están aquí sin permiso”, dijo una fuente de Interior.
Las redadas tienen lugar días después de que el Tribunal de Distrito de Jerusalén diese su visto bueno a la deportación de los inmigrantes de Sudán de Sur, pese al conflicto que atraviesa el país con el vecino Sudán.
La corte rechazó el recurso que habían presentado diversas organizaciones de derechos humanos contra la decisión en marzo del ministro de Interior, Eli Yishai, de poner fin a la política de “protección colectiva” que impedía expulsar a quienes solicitaban el estatus de refugiado.
Se calcula que en Israel residen de manera ilegal unos 60 mil inmigrantes africanos, de los que -según el Gobierno- entre 1.000 y 1.500 serían sudaneses del Sur, una cifra que ONG locales elevan a entre 5.000 y 7.000.
En las últimas semanas se han registrado crecientes protestas e incidentes violentos contra los inmigrantes africanos, que han seguido a casos de violencia de los que se acusa a algunos de estos extranjeros.
Recientemente, el Ministerio del Interior validó una ley extiende a tres años el plazo en que las fuerzas de seguridad pueden mantener detenida a una persona que entre en el país de forma ilegal.
Orit Ruden, de la Organización de Ayuda a Refugiados y Solicitantes de Asilo (ASSAF), alega que los detenidos “son solicitantes de asilo”.
“La mayoría de ellos han esperado unos seis años para obtener respuesta a su solicitud, pero no lo han conseguido y ahora les quieren expulsar a Sudán del Sur, donde incuestionablemente se enfrentarán a una situación de riesgo, tanto desde el punto de vista de seguridad como del humanitario”, señaló.
“La corte ha decidido que está bien quitarles la protección colectiva, pero también ha establecido que tienen derecho a solicitar asilo de forma individual y, dos días después, las autoridades han comenzado a arrestar a familias y niños en mitad de la noche sin darles tiempo para pedir el estatus de refugiado”, dijo. EFE y Aurora
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