Un antiguo basural al sureste de Tel Aviv se transformará en un parque de reciclaje del más alto nivel. El Ministerio de Protección del Medio Ambiente israelí invirtió cerca de 2 millones de dólares para establecer esta nueva planta de reciclaje orgánico.
El basural Hiriya llegó a albergar 16 millones de metros cúbicos de basura en descomposición. Tras la preocupación de los habitantes por la contaminación ambiental del sitio, el relleno sanitario original fue cerrado en 1988. El lugar fue rehabilitado y recicla el 80 por ciento de los residuos que entran cada día.
El ministro de Protección Ambiental, Gilad Erdan, cree que esta fuente de energía doméstica es una forma importante de ayudar a limpiar el medio ambiente. “La basura, que hasta ahora ha sido considerada como una molestia, se está convirtiendo en una materia prima que se puede utilizar para producir electricidad barata”, señaló.
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