Israel ha prohibido la actividad de dos ONG que operaban en el norte de Gaza y que el gobierno de Benjamin Netanyahu considera vinculadas a Hamás. La Agencia de Seguridad interna de Israel (Shin Bet) ha ilegalizado las organizaciones Ifshaa y Al-Salam y sus oficinas fueron clausuradas este martes, según ha informado el Jerusalem Post.
La ilegalización de estas dos ONG se produce antes de que expire este jueves el ultimátum lanzado por Israel para que la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) cese su actividad y abandone sus oficinas de Jerusalem Este, una orden que la agencia de Naciones Unidas no tienen intención de cumplir.
El secretario general de la ONU, António Guterres, también ha instado al embajador israelí ante la organización, Danny Danon, a tratar en consultas y negociaciones el inminente cierre de UNRWA en Jerusalén Este. En la misma línea, el director para la ONU de Human Rights Watch (HRW), Louis Charbonneau, instó a los gobiernos a dejar claro que la comunidad internacional “no le permitirá desmantelar” las oficinas de la agencia para los refugiados palestinos.
Israel aprobó una ley que prohíbe a UNRWA prestar servicios en territorio de Israel, incluido el este de Jerusalén, donde viven más de 300.000 palestinos, y le dio un plazo para abandonar sus oficinas centrales antes de este jueves. Israel también acusa a UNRWA de tener vínculos con Hamás, aunque de momento solo ha presentado pruebas puntuales contra algunos trabajadores.
Estados Unidos, sin embargo, dijo este martes ante el Consejo de Seguridad de la ONU que el cierre de las oficinas de UNRWA en Jerusalén “es una decisión soberana de Israel”, y fue más allá, al subrayar que “Estados Unidos apoya la aplicación de esta decisión”.
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