Cientos de hombres ultraortodoxos el miércoles bloquearon una intersección principal en Jerusalén, provocando un gran atasco del tráfico y trastornos al transporte público, en protesta por el arresto de un joven que se negó a acatar la ley del servicio militar.
Los manifestantes formaron un gran círculo sobre las vías del ferrocarril ligero para cantar, bailar y rezar. Se detuvo el servicio de trenes y el tráfico quedó atascado en varias cuadras.
La manifestación fue precursora de la batalla inminente en torno al servicio militar nacional.
El servicio es obligatorio para todos los judíos, pero los partidos ultraortodoxos, políticamente poderosos, han logrado exenciones para que sus varones jóvenes se dediquen de tiempo completo a sus estudios religiosos. Estas exenciones han provocado furia y rencor generalizados en la mayoría secular.
Ahora que el gobierno elabora un nuevo proyecto de ley de conscripción, los partidos ultraortodoxos, que son un componente crucial de la coalición del primer ministro Benjamin Netanyahu, esperan reforzar el sistema de exenciones. Los opositores, incluidos los dirigentes del movimiento masivo contra la reforma judicial de Netanyahu, dicen que las exenciones son injustas y deben ser eliminadas.
Aunque en general están exentos del servicio militar, los jóvenes ultraortodoxos deben registrarse en el ejército. La prensa israelí dijo que la protesta del miércoles fue en respuesta al arresto de un joven religioso que se negó a presentar los papeles.
Entiendo que los ultraortodoxos pueden realizar sosegadamente sus estudios religiosos gracias a la seguridad que les brindan los no tan religiosos que prestan el servicio militar.
Esta gente nunca quiso un Estado de Israel y ahora van por la misma cosmovisión democrática.
En Argentina, la política permitió que se genere grandes grupos mayoritarios que viven de planes que brinda el estado, sin trabajar y sin ninguna contraprestación, viven del estado y son la fuerza política que cortan calles, rutas, jaquean la seguridad, son miles de agrupaciones políticas que son profundamente antidemocráticas. Los líderes de esos grupos, hacen una gestión con grandes sumas de dinero de los propios planes que manejan, son un nuevo sindicalismo, violento y resistente. En la práctica es lo mismo que estos grupos piqueteros con planes que llevaron al poder al procesado primer ministro Benjamín Netanyahu y, cuyos líderes, algunos, fueron condenados por evasión fiscal o, situaciones de violencia. En la argentina, los piqueteros gestionan la pobreza y a su vez la generan para tener más planes y más poder, los grupos ultraortodoxos y ortodoxos, son sectas, manejan fondos, poder y víctimas sometidas, que no solo no quieren hacer el servicio militar, quieren que los mantengan y transformar Israel en Iran.
Totalmente de acuerdo con usted, Señor!
Añadiré que son gentes mucho muy conocedoras de los sistemas de ayuda social (vivienda, alimentación, salud, dinero gratis vía las “kehiles o kehilots y el gobierno de Israel) mientras que todos los demás trabajan y pagan impuestos para subvencionar su ‘religiosidad’, sabiendo que estos financiamientos han aumentado enormemente con el nuevo gobierno.
Los Israelís “normales” (gente trabajadora religiosa o no, atea, reformistas, liberales, seculares, de izquierda, de derecha que estudian, hacen y han hecho su servicio militar y trabajan siendo además reservistas …) están hasta el gorro de estas gentes que pretenden estudiar y rezar pues D’ así se los ordena y están fanaticamente convencidos que así les mandará a un mesías, resultado que ya lo vimos hace +2000 años de nuestra era (destrucción del segundo templo, guerras fratricidas, pogromos, antisemitismo constante…).
Esta gente, que en un principio “no se metía en política”, se dio cuenta que sin ella no realizarían sus objetivos antidemocráticos, anti laicos, racistas, misoginos, homófobos y antisionistas …
Además, piensan que pueden decidir de quien es o no Judío, y osan tratarnos de goyim o de falsos Judíos a los que no somos precisamente como ellos.