ROMA – Italia conmemoró el miércoles el 70 aniversario de la deportación de judíos del Ghetto de Roma en medio del profundo disgusto que causó la declaración póstuma del criminal de guerra nazi Erich Priebke en la que negó el Holocausto.
Priebke murió el viernes en Roma a los 100 años, donde cumplía prisión perpetua (domiciliaria) por su participación en 1944 en la matanza de 335 civiles en las cuevas Ardeatinas en las afueras de la capital. Fue una de las peores atrocidades de la ocupación alemana de Italia durante la Segunda Guerra Mundial.
Su muerte desató un torrente de emociones porque dejó un documento en el que no solamente justificó sus acciones sino negó que los judíos hubiesen muerto en cámaras de gas en los campos de concentración nazis.
Esa declaración indignó a la comunidad judía de Roma, que se congregó el miércoles en la principal sinagoga de la capital para conmemorar la deportación del 16 de octubre de 1943 de judíos a Auschwitz y advertir sobre los peligros que imponen quienes niegan el genocidio judío.
El director de las comunidades judías italianas, Renzo Gattegna, se refirió a Priebke en sus declaraciones pero se negó a pronunciar su nombre “para no profanar este lugar sagrado”.
Dijo que los nazis eran asesinos de inocentes.
“Sus seguidores son asesinos de la memoria. Nunca ganarán”, afirmó.
El martes, un comité del Senado aprobó un proyecto de ley que criminaliza la denegación del Holocausto. El director de la comunidad judía romana, Riccardo Pacifici, exhortó al Parlamento a aprobarlo.
Pacifici dijo que la indignación por Priebke dejaba al menos un resultado positivo al descubrir “la cara hermosa de Italia”. Tanto las autoridades civiles como las de la Iglesia católica negaron a Priebke funeral y entierro eclesiásticos por temor a que fuesen un imán para los neonazis.
El martes, un grupo separatista católico tuvo que cancelar una misa fúnebre por Priebke en medio de choques entre derechistas y opositores en la ciudad de Albano Laziale, al sur de Roma.
Resta por verse qué hacer con los restos de Priebke, que al parecer fueron trasladados durante la noche a una base aérea militar. El alcalde de Roma dijo que se negociaba con Alemania para enviarlos allí.
En Berlín, el vocero del ministerio de Relaciones Exteriores, Martin Schaefer, confirmó que hubo “contactos informales” con las autoridades italianas. Dijo que no estaba al tanto de nada que pudiera impedir que un ciudadano alemán fuese enterrado en Alemania, pero que era un asunto que debían decidir las autoridades italianas y la familia de Priebke.
Las conmemoraciones del aniversario comenzaron a las 5:30 del miércoles con el sonido del shofar a fin de conmemorar el momento en que los nazis apresaron a más de mil judíos en el gueto de Roma y sus vecindarios y los enviaron por tren a Auschwitz. De ellos solo sobrevivieron 16.
Dos de ellos todavía viven, incluso Enzo Camerino, de 84 años, que tenía 14 años cuando él, su madre, padre, hermano, hermana y tío fueron apresados en su hogar en Viale delle Milizie.
Camerino dijo a The Associated Press lo que ocurrió, la misma versión que le contó al papa Francisco en persona durante una audiencia privada el mismo día: cómo la familia estuvo en el colegio militar de Roma durante dos días para después ser transportada por tren a la muerte en Auschwitz.
Frank Jordans en Berlín contribuyó a este informe.
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