Desde la elección de su padre en noviembre de 2016, Ivanka Trump desempeñó un papel especial en la presidencia, sirviendo junto a su esposo, Jared Kushner, como Asesor del Presidente, y disfrutando de un acceso privilegiado al presidente como Primera Hija.
En diálogo con el Financial Times en una entrevista publicada ayer, Ivanka reconoció que su papel como miembro del “equipo” de su padre la obligó a expresar disentimiento a puerta cerrada.
“Expresar públicamente la disidencia significaría que no soy parte del equipo”, opinó Ivanka.
“Eso no significa que todos en la Casa Blanca tengan puntos de vista homogéneos. Nosotros no los tenemos, y creo que eso es bueno y saludable”, expresó.
Ivanka relató que el presidente Trump busca una amplia gama de aportaciones de los más cercanos antes de tomar una decisión política.
“Creo que beneficia al presidente poder escuchar a personas que están de acuerdo y en desacuerdo con él en cualquier tema”, agregó Ivanka. “Y luego, en última instancia, el presidente toma su propia decisión.”
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