El Martes de Pascua, a media tarde, la catedral de Buenos Aires recibió a representantes de distintas denominaciones cristianas y también del judaísmo y el Islam en un acto de homenaje cálido por el Papa Francisco, quien también fue muchos años el arzobispo de la capital argentina y conoció de cerca a muchos de sus líderes religiosos. Acudieron también autoridades civiles de la ciudad y la región.
“Que esta catedral sea la casa de todos”, dijo, como anfitrión, Jorge Ignacio García Cuerva, el actual arzobispo de Buenos Aires. “Así lo quería el cardenal Bergoglio, así lo quiso Francisco para el mundo y así lo queremos hoy nosotros. Que esta catedral de Buenos Aires sea la casa de todos, de cada uno de nuestros hermanos, dirigentes y referentes de distintas comunidades religiosas y credos que están hoy aquí para rezar juntos por su eterno descanso. Agradecemos también la presencia de autoridades nacionales, provinciales y del gobierno de la Ciudad”.
El acto en sí fue breve, duró una media hora.
El sacerdote Carlos White, de la Comisión Arquidiocesana de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso, explicó el objetivo: “Queremos rezar por el Papa Francisco, recordar su legado y queremos hacerlo de un modo distinto: queremos unirnos las diferentes iglesias cristianas y de otros credos“, dijo.
El arzobispo, citando a Francisco, dijo: “Dios no mira con los ojos, Dios mira con el corazón y por lo tanto cuando lleguemos al cielo nos vamos a llevar una sorpresa increíble, porque somos todos hermanos y como nos mira con el corazón el amor de Dios para todos es el mismo. Y nos insta siempre a que el diálogo entre las religiones es esencialmente por el bien común y por los más pobres y que el enfrentamiento que se ha dado históricamente entre algunas religiones no es por las convicciones de fe sino por las deformaciones de fe”.
El arzobispo animó a seguir “juntos construyendo la paz. Creo que es el mejor homenaje que le podemos hacer a nuestro querido Francisco trabajando por el bien común, trabajando por los más pobres, que tenían en el corazón del Papa un lugar especial”.
Judíos y musulmanes
El rabino Daniel Goldman, que representa al judaísmo en el Instituto de Diálogo Interreligioso (IDI), que conoció a Jorge Bergoglio, destacó sus gestos, como su visita a la isla de Lampedusa con sus migrantes. Invocó a Dios pidiendo que “fortalezca nuestro corazón”.
Como representante musulmán, Salim Delgado Dassum presentó a Francisco como un constructor de paz, atento a Tierra Santa: recordó que cada día telefoneaba a la parroquia católica de Gaza. Aseguró que “la comunidad musulmana reza” para que el mundo se haga eco de su mensaje por la paz.
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