La pequeña comunidad judía iraní asegura sentirse protegida y respetada en la República Islámica de Irán, a pesar del conflicto con Israel y las habituales llamadas a borrar al Estado judío de la faz de la Tierra. Vestidos con túnicas, unos 50 hombres se balancean mientras entonan versos de la torá en la sinagoga Abrishami del centro de Teherán, una de las grandes de las 22 que hay en la capital iraní y que fue construida antes de la Revolución Islámica de 1979.
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