La empresa de fabricación de autos Audi expresó su “sorpresa” luego de un reporte que comisionó revelara el alcance total de su uso de campos de concentración durante la era nazi, informó el medio israelí Haaertz.
Audi, que ya había admitido su rol en explotar trabajadores, siguió a BMW, Daimler y Volkswagen y encargó un reporte sobre sus actividades bajo la Alemania nazi. En el pasado la empresa pagó millones de dólares a una fundación del gobierno alemán para compensar a las víctimas.
Según el reporte, aproximadamente 3.700 personas fueron forzadas a trabajar en siete fábricas que fueron especialmente construidas para la firma y dirigidas por oficiales de la SS. Cerca de un cuarto de esas personas eran judías. Además cerca de 16.500 personas fueron obligadas a trabajar en las fábricas del país en las ciudad hades Zwickau y Chemnitz, al este de Alemania.
El reporte expresó que la compañía tiene la “responsabilidad moral” de las muertes de 4.500 prisioneros en el campo de concentración Flossenburg en Bavaria, quienes murieron mientras trabajaban para la empresa.
“Estoy muy sorprendido por el alcance del desarrollo del ex liderazgo de la Unión de Autos en el sistema de trabajo forzado y esclavo”, dijo el jefe del consejo laboral de Audi, Peter Mosch, al medio alemán Wirtschaftswoche.
El informe examinó las conexiones profundas del Dr. Richard Bruhn, uno de los fundadores de Audi, con los funcionarios alemanes nazi. Bruhn, quien murió en 1964, renovó las operaciones de la firma después de finales de la Segunda Guerra Mundial usando fondos destinados a través del Plan Marshall de Estados Unidos.
El alcalde de Ingolstadt, en donde opera Audi, ha anunciado que está considerando cambiar el nombre de una calle nombrada en honor a Brhun.
El reporte de 500 páginas fue preparado por el historiador Rudolf Boch de la Universidad de Chennitz, y Martin Kukowski, jefe del departamento de historia de Audi. Fue publicado en forma de libro en Alemania.
También la BMW.