La directora general de la UNESCO, Irina Bokova, ha anunciado la suspensión de los programas de la agencia de la ONU hasta fin de año después de que EE.UU. decidiera anular su aportación económica por la entrada de Palestina en la organización.
EE.UU. tenía que hacer un pago de 60 millones de dólares a la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en noviembre, pero ya anunciaron que lo iban a hacer.
Bokova subrayó que “antes del fin de año” la Unesco debe “enfrentarse a un déficit de tesorería de 65 millones de dólares”.
Además, la Unesco revisará “el conjunto de actividades previstas en todos los ámbitos y en todos los sectores, incluidos los compromisos contractuales, los viajes del personal, las publicaciones, los gastos de comunicación, de reunión y el resto”, añadió Bokova.
Con esas iniciativas, espera un ahorro de 35 millones de dólares, pero esa cantidad “no bastará para resolver” el problema, añadió, por lo que también se revisará los fondos destinados a su funcionamiento, que se elevan a 30 millones de euros.
“Eso significa que cerraremos el año sin ninguna reserva, en una situación peligrosa pero actualmente no tenemos otro margen de maniobra”, lamentó la directora general.
La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, explicó al respecto de la decisión de su Gobierno que la legislación estadounidense prohíbe al gobierno financiar a organizaciones que acepten a los palestinos como miembro. Con una cuota del 22%, Estados Unidos es el país que más aporta a la Unesco, por delante de Japón y Alemania.
El líder de la ONU, Ban Ki-moon, pidió entonces una acción concertada para preservar la financiación. “Vamos a trabajar en soluciones prácticas para preservar los recursos financieros de la Unesco”, dijo. Días después, Israel emulaba a EE.UU. y congelaba su contribución.
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