«Las limitaciones a los rezos en el Kotel (Muro Occidental) hacen que Israel sea el único Estado occidental en el que los judíos no tienen libertad de culto, lo que es inaceptable para mí», expresó Lapid.
El comentario de Lapid se produjo en respuesta a una pregunta sobre un tuit de la enviada especial de Estados Unidos para vigilar y combatir el antisemitismo, Deborah Lipstadt.
En relación con un artículo sobre extremistas ortodoxos que atacaron a los asistentes a un bar mitzvah igualitario y rompieron libros de oraciones, Lpistadt escribió que estaba «profundamente perturbada por las preocupantes acciones de un grupo de extremistas la semana pasada en el Kotel».
«No nos equivoquemos, si un incidente tan odioso -una incitación de este tipo- hubiera ocurrido en cualquier otro país, no habría dudado en calificarlo de antisemitismo», escribió.
Lapid dijo estar «en contra de toda violencia, especialmente en el Kotel, contra personas que quieren rezar como su fe les permite. Eso no puede ocurrir. La violencia no es aceptable para mí ni para el gobierno. Si es necesario, hablaré con el jefe de la policía».
Lapid se negó a responder si el gobierno bajo su liderazgo autorizará el compromiso del Muro Occidental para la gestión de la sección igualitaria, que el ex primer ministro Benjamín Netanyahu congeló hace seis años. Hacerlo requeriría una votación en la Knesset (parlamento israelí), que fue disuelta antes de las elecciones de noviembre, y necesitaría una mayoría legislativa, que el gobierno no tiene.
La «sección de Israel» del Muro Occidntal está separada de la plaza principal, segregada por sexos. Fue diseñada para ser utilizada por corrientes no ortodoxas del judaísmo en las que hombres y mujeres rezan juntos. En los últimos años, desde su ampliación, estuvo plagada de interrupciones por parte de manifestantes ortodoxos que tratan de impedir que se celebren los servicios o intentan separar a hombres y mujeres.
Artículos Relacionados: