El papa León XIV recibió ayer en una audiencia a los representantes de otras religiones que participaron en la misa de inicio de pontificado y los invitó a dialogar y a tender puentes.
“Todos ustedes, representantes de las demás tradiciones religiosas, les expreso mi gratitud por su participación en este encuentro y por su contribución a la paz. En un mundo herido por la violencia y los conflictos, cada una de las comunidades aquí representadas aporta su sabiduría, su compasión y su compromiso con el bien de la humanidad y el cuidado de la casa común”, dijo el papa estadounidense.
“El testimonio de nuestra fraternidad, que espero podamos manifestar con gestos concretos, sin duda contribuirá a construir un mundo más pacífico, como lo desean en lo más profundo de su corazón todos los hombres y mujeres de buena voluntad”, agregó.
León XIV explicó que siempre ha sentido una preocupación por la unidad entre los cristianos, como atestigua el lema de su pontificado “In Illo uno unum”, una expresión de san Agustín de Hipona que recuerda que también nosotros, aun siendo muchos, “en Aquel uno”, o sea en Cristo, “somos uno”.
“Deseo asegurar mi intención de proseguir el compromiso del papa Francisco en la promoción del carácter sinodal de la Iglesia católica y en el desarrollo de formas nuevas y concretas para una sinodalidad cada vez más intensa en el ámbito ecuménico”, aseveró.
Y destacó la necesidad de un diálogo también con el resto de religiones y que “el diálogo teológico entre cristianos y judíos sigue siendo siempre importante y es muy valioso para mí. Incluso en estos tiempos difíciles, marcados por conflictos y malentendidos, es necesario continuar con entusiasmo este diálogo tan valioso”.
Aunque sin citarlo, León XIV se refería a pasados momentos de tensión entre el Vaticano e Israel debido a algunas declaraciones de Francisco sobre la guerra de Gaza y la petición de investigar si se estaba cometiendo un genocidio.
Sin embargo, la presencia anteayer domingo del presidente israelí, Isaac Herzog, en la misa de inicio de pontificado fue una señal de un posible nuevo rumbo, más distendido, en las relaciones entre la Santa Sede y las comunidades judas.
León XIV envió misivas a los varios representantes judíos en las que prometía a “continuar y reforzar el diálogo y la cooperación de la Iglesia con el pueblo judío”.
El domingo, líderes judíos estuvieron en primera fila en la misa inaugural.
Un rabino estadounidense presente y otros representantes vieron esto como una señal esperanzadora para un repunte en las relaciones católico-judías bajo el primer pontífice nacido en Estados Unidos, después de una relación tensa con su predecesor.
Diferencia
Ante el aumento del antisemitismo y ataques en varios países, así como la creciente crítica internacional a la conducta de Israel en su guerra con Hamás, dijeron que la voz moral del líder de los 1,400 millones de católicos del mundo puede marcar una verdadera diferencia.
“Puede salvar vidas judías”, afirmó el rabino Noam Marans, director de asuntos interreligiosos del Comité Judío Estadounidense.
Usando su kipá, asistió a la misa del domingo en la Plaza de San Pedro solo días después de recibir una carta del recién elegido pontífice destacando la importancia del diálogo y la cooperación. Y Marans estuvo presente
Cuando el Papa se reunió ayer con líderes religiosos que llegaron a Roma para su misa inaugural y prometió continuar el diálogo del Vaticano y el énfasis en la fraternidad con personas de otras religiones.
“Ningún papa había escrito nunca a un rabino estadounidense de esta manera”, dijo Marans. “El éxito de las relaciones judío-católicas post-Concilio se demuestra mejor en Estados Unidos que en cualquier otro lugar”.
Artículos Relacionados: