Rafael Luzón (foto), titular de Judíos de Libia-Reino Unido, reveló al diario israelí The Jerusalem Post que, la semana pasada, el líder rebelde Mustafá Abdul Jalil lo invitó a regresar al país, integrarse a un partido político y participar de próximas elecciones libres.
El ex ministro de Justicia de Muammar Kaddafi le aseguró que “desean ser abiertos a todas las personas, incluyendo mujeres y judíos”, relató.
“Le dije que aceptaría una vez que viese que hay una democracia real y que la propuesta se mantiene”, recordó Luzón, quien nació en Benghazi y debió huir de Libia con su familia en 1967, después de un pogromo.
“Si lo hago, será por una cuestión histórica: (sería) el primer país árabe que propuso que un judío participe de una elección libre”, agregó.
Los judíos vivieron en Libia desde tiempos ancestrales y su apogeo se vio durante la década de 1930, cuando la comunidad llegó a las 25.000 personas, pero la persecución por parte de Italia y Alemania durante la Segunda Guerra Mundial y una serie de pogromos patrocinados por el Estado después de que Libia se independizara, en 1951, forzaron a sus miembros a emigrar, principalmente a Israel, Italia y el Reino Unido.
El último judío abandonó el país hace casi una década.
Desde esa misma época, Luzón ha estado en contacto con el régimen de Muammar Kaddafi, representando los intereses de los judíos libios en el extranjero.
Incluso viajó desde Londres varias veces, y en dos oportunidades se reunió con el dictador libio en privado.
Luzón anticipó que si decidiera volver a Libia, su agenda política la encabezarían la reconstrucción del país, devastado por la guerra, y la restitución a sus legítimos propietarios de los bienes judíos confiscados por el saliente régimen.
“Dejamos allí 82 sinagogas, tierras y propiedades, y me gustaría hacerme cargo de eso porque le pertenecen a la comunidad judía de Libia”, añadió.
Luzón también desestimó los temores de que lo ocurrido pudiese servir de caldo de cultivo para el islamismo radical: “Ningún país del norte de África tiene una tradición de extremismo islámico”.
“Nunca hubo islamistas; quizás haya un pequeño partido, pero diferente a los de Egipto”, aventuró.
Luzón, de 57 años, tampoco descartó la posibilidad de que israelíes de origen libio pudiesen visitar libremente este país: “Si será democrático, no habrá razón para no visitarlo, como a Túnez y Marruecos”.
De todos modos, “primero tienen que deshacerse de Kaddafi, reconstruir el país y decidir qué dirección tomar”, finalizó con cautela.
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