Dos líderes judíos de Cuba visitaron al contratista americano Alan Gross, quien se encuentra encarcelado y dijeron encontrarlo con “buenos espíritus”.
Adela Dworin, presidenta de la Comunidad Judía de Cuba y David Prinstein, presidente del Patronato de la Sinagoga y vicepresidente de la Comunidad Judía, pasaron dos horas con Gross el 27 de Septiembre en el hospital militar en que se encuentra preso, de acuerdo con los reportes
La visita sirvió como marco a las fiestas mayores. Gross dijo a sus visitantes que ayunó en Yom Kipur, y que levanta pesas y camina diariamente en los jardines del hospital.
Dworin dijo a Reuters que mientras que Gross se encontraba muy deprimido cuando lo visito hace cuatro meses, parecía tener una actitud más positiva acerca de su futuro. Dworin y Prinstein han tenido encuentros regularmente con Gross en vísperas de fiestas judías.
Se reportó que durante este encuentro, los líderes judíos hablaron de temas que van desde la salud de Gross, las elecciones en los Estados Unidos y de su amor por Cuba, dijo Dworin a Reuters.
Gross, de 63 años de edad, nativo de Potomac, Maryland., fue sentenciado el año pasado a 15 años en prisión por “crímenes en contra del estado”. Fue arrestado en 2009 acusado de traer teléfonos satelitales y equipo de computación a miembros de la comunidad judía de Cuba, mientras trabajaba para la U.S. Agency on International Development (Agencia de Desarrollo Internacional de EE. UU).
Anteriormente, en este mes, un oficial del Ministerio del Exterior de Cuba, rechazó los reclamos de Judy, -esposa de Gross- respecto al estado de salud de Alan y dijo que Cuba estaba dispuesta a negociar su liberación con miembros del gobierno de los Estados Unidos en un intercambio por cinco espías cubanos, cuatro de los cuales continúan en prisión en los Estados Unidos.
Gross ha perdido alrededor de 50 kilos desde su arresto y su familia dice que está sufriendo de artrítis degenerativa. Su madre está muriendo y una de sus hijas padece cáncer.
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