Los drusos demandan sus derechos, apoyados por los israelíes “de izquierda”

Por:
- - Visto 358 veces

Masiva manifestación de la comunidad drusa en Israel contra la ley aprobada por el Gobierno Netanyahu al considerarla “discriminatoria”.

El grito de protesta de la Plaza Rabin procedía básicamente de los pulmones drusos de un país dividido y crispado en torno a la ley del Estado-naciónaprobada recientemente en la Knésset (Parlamento israelí) en Jerusalén.

Nada más hacerse la noche, el árabe y el hebreo tomaron de forma ruidosa pero pacífica la emblemática explanada en Tel Aviv para pedir al primer ministro Benjamín Netanyahu, que añada el concepto “igualdad” a los once principios aprobados de la nueva Ley Básica que blinda el carácter de Israel como “hogar nacional del pueblo judío”.


En el heterogéneo abanico de sectores en Israel, la comunidad drusa es una de las más sionistas. Más próximos a la mayoría judía que al sector árabe, la gran mayoría de los 120.000 drusos israelíes se sienten ignorados, como el resto de minorías, en el texto aprobado por la Knésset. De ahí que este sábado hayan protagonizado su primera gran manifestación. Una muestra de fuerza numerosa gracias sobre todo a la presencia de miles de judíos del centro y la izquierda que se oponen al Gobierno derechista.

“Es obvio que Israel es el hogar nacional del pueblo judío. Es un principio que apoyamos firmemente. Lo que nos molesta de la ley no es tanto lo que pone sino lo que no pone. Nos discrimina e ignora el principio de igualdad que está escrito de forma clara en la declaración de independencia de Israel leída por David Ben Gurion en 1948”, dice a EL MUNDO.ES el druso Nuur Rabah llegado a Tel Aviv desde su casa del norte de Israel. Tras recordar con orgullo que tiene dos hijos en el ejército israelí, afirma: “Luchamos no sólo para que no nos convirtamos en ciudadanos de segunda sino para que Israel siga siendo un Estado judío y democrático”.

“¡Shevayon, shevayon!” (“Igualdad” en hebreo), o “¡drusos y judíos somos israelíes y somos hermanos!”, gritaba una plaza que congregó a más de 100.000 personas. “Estoy aquí por mis hermanos drusos que son parte integral de Israel y por cómo quiero que sea este país para mis hijos y nietos”, nos comentaba Haim, un israelí judio de Tel Aviv.

Los manifestantes enarbolan banderas israelíes y de la minoría drusa. | REUTERS

El exdiputado druso Shajiv Shnaan está doblemente dolido estos días. Por un lado, conmemora el primer aniversario del asesinato de su hijo Kamil (22) y su compañero también druso Haiel Sitawe (30) en un ataque armado cometido por tres palestinos con nacionalidad israelí en los alrededores de la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén. Por otro, como ex diputado lucha ahora contra una ley que puede fracturar la relación entre su comunidad y el Estado.

“No quiero que se rompa nuestra alianza. Mi amor a Israel no abandonará mi corazón y estoy orgulloso de que mi hijo fuera enterrado con una bandera israelí pero no aceptaré que sea una víctima de segunda”, afirma emocionado.

La oposición a Netanyahu-liderada por Avi Gabbay y Tzipi Livni (Campo Sionista) y Yair Lapìd (centrista Yesh Atid)- ha participado en la protesta de Tel Aviv dominada por pancartas con slogan como: “Unidos por la igualdad y democracia”.

Uno de los principales lazos entre esta comunidad escindida del Islam e Israel es su integración en los organismos de seguridad. La presencia en la manifestación del ex jefe del Ejército (Gaby Ashkenazi), Mosad (Tamir Pardo) y Shabak (Yuval Diskin) han recordado la histórica contribución drusa. Es la llamada “alianza de sangre” traducida en más más de 400 drusos muertos en atentados y guerras en 70 años de historia de Israel.

Junto a varios ex oficiales drusos, el máximo responsable del ejército, el teniente general Gadi Eizencot, ha frenado lo que podía ser una tendencia tras la petición de dos soldados drusos de abandonar el cuerpo militar en protesta por la ley. En una carta, Eizencot ha elogiado la contribución de “nuestros hermanos drusos, beduinos y otras minorías” pero ha advertido que “la política debe quedarse fuera de la institución militar”.

Negociaciones con Netanyahu

El liderazgo druso, formado por dirigentes religiosos, ex oficiales y diputados (incluyendo de la coalición de Gobierno), se ha reunido últimamente con el líder del Likud para pedirle que corrija la ley.

Netanyahu les ha dicho que no retocará un texto que, por otro lado, es más moderado que lo planteado hace años. Según el Gobierno, “la ley sólo reafirma lo que todos saben y algunos (palestinos) ponen en duda y es que el pueblo judío tiene derecho a un hogar nacional. En ningún caso, hace peligrar la democracia de Israel ni los derechos que tienen por igual todos sus ciudadanos”.

Apoyado por el ministro de Comunicación, el druso Ayoub Kara, Netanyahu ha ofrecido tres incentivos para sofocar la protesta: leyes que refuercen su estatus, reconocimiento oficial en la Knésset de la contribución de los drusos, circasianos y otras minorías y por último, ayudas económicas a las minorías que sirven a los organismos de seguridad para paliar problemas en licencias de construcción o infraestructuras.

La ley promovida por el Likud, que establece también que el hebreo es el único idioma oficial y que en Israel el pueblo judío tiene el exclusivo derecho a la autodeterminación, salió adelante hace dos semanas pese a que nunca causó entusiasmo entre gran parte de sus socios de Gobierno. Todo lo contrario pero la presión del Likud y Netanyahu fue decisiva. Los dos partidos ultraortodoxos y el movimiento social Kulanu votaron a favor alegando la disciplina de voto y el argumento de que “con los retoques efectuados, la ley es meramente declarativa y no provoca ningún cambio en la práctica”. Si fuera sólo por ellos, la ley no hubiera sido aprobada.

El líder espiritual de la comunidad drusa, Mowafak Tarif, durante la protesta que ha tenido lugar hoy en Tel Aviv. | REUTERS

Figuras históricas del sector liberal del Likud como el diputado Benny Beguin (hijo del primer ministro Menajem Beguin) y el ex ministro de Defensa, Moshe Arens también se han opuesto a la ley que Netanyahu ha querido aprobar antes de los comicios del 2019. Entre otros motivos, porque las bases en la derecha apoyan la ley. Lo que está en duda ahora es el tradicional apoyo druso al Likud y otros partidos conservadores.

Netanyahu replica que la ley es necesaria para “el futuro de Israel como hogar nacional del pueblo judío” y complementa a otros leyes básicas que ya garantizan los derechos básicos e individuales En los últimos días ha combinado elogios a la comunidad drusa con críticas a la izquierda y los medios de comunicación que, denuncia, se aprovechan del malestar druso para intentar hacer caer su Gobierno

“¡No es una protesta política! A mi me da igual la derecha o izquierda. Yo solo pido que anulen la ley o incluyen lo que falta, la palabra igualdad”, replicaba Joad en una plaza convertida este sábado en una fortaleza drusa israelí.

Deja tu Comentario

A fin de garantizar un intercambio de opiniones respetuoso e interesante, DiarioJudio.com se reserva el derecho a eliminar todos aquellos comentarios que puedan ser considerados difamatorios, vejatorios, insultantes, injuriantes o contrarios a las leyes a estas condiciones. Los comentarios no reflejan la opinión de DiarioJudio.com, sino la de los internautas, y son ellos los únicos responsables de las opiniones vertidas. No se admitirán comentarios con contenido racista, sexista, homófobo, discriminatorio por identidad de género o que insulten a las personas por su nacionalidad, sexo, religión, edad o cualquier tipo de discapacidad física o mental.


El tamaño máximo de subida de archivos: 300 MB. Puedes subir: imagen, audio, vídeo, documento, hoja de cálculo, interactivo, texto, archivo, código, otra. Los enlaces a YouTube, Facebook, Twitter y otros servicios insertados en el texto del comentario se incrustarán automáticamente. Suelta el archivo aquí

Artículos Relacionados: