Los investigadores señalaron: “Nuestro método permite el monitoreo rutinario y la temprana detección del deterioro cognitivo con el fin de proporcionar un tratamiento y evitar un deterioro rápido y severo. Los tests profilácticos de este tipo, son comúnmente aceptados para una diversidad de problemas fisiológicos como la diabetes, la alta presión sanguínea o el cáncer de mama; sin embargo, hasta la fecha, aún no se ha desarrollado ningún método que permita un seguimiento rutinario y accesible del cerebro para los problemas cognitivos“. Los investigadores, además, señalan que los tests de este tipo son particularmente importantes a la luz de la creciente longevidad y el consiguiente crecimiento de la población de edad avanzada.
El estudio fue realizado en la Universidad de Tel Aviv por la estudiante del doctorado Neta Maimon, de la Escuela de Ciencias Psicológicas y la Escuela de Música Buchmann-Mehta, y Lior Molcho de Neurosteer Ltd., dirigido por el Prof. Natan Intrator de la Escuela de Ciencias de la Computación Blavatnik y la Escuela Sagol de Neurociencia. Entre los participantes, se encuentran también: Adi Sasson, Sarit Rabinowitz y No Regev-Plotnick, del Centro Medico Geriátrico Dorot-Netanya. El artículo fue publicado en la revista Frontiers in Aging Neuroscience.
Como parte del estudio, los investigadores desarrollaron un método avanzado que combina el dispositivo portátil para la medición y el análisis innovador de la electroencefalografía (EEG), desarrollado por Neurosteer Ltd., y un breve test musical de alrededor de 12-15 minutos, desarrollado por Neta Maimon. Durante la prueba, el sujeto se conecta al dispositivo de EEG portátil por medio de una banda adhesiva con sólo tres electrodos adheridos a la frente. El sujeto realiza una serie de tareas musicales-cognitivas de acuerdo con instrucciones audibles dadas automáticamente a través de los auriculares. Las tareas incluyen cortas melodías interpretadas por diferentes instrumentos, con los sujetos instruidos para realizar varias tareas sobre ellas, con diversos niveles de dificultad. Por ejemplo, apretar un botón cada vez que cada melodía es interpretada o presionarlo solamente cuando tocan los violines. Además, las pruebas incluyen algunos minutos de meditación musicalmente guiada a fin de llevar el cerebro a un estado de reposo, ya que se sabe que este estado indica el funcionamiento cerebral en varias situaciones.
Neta Maimon, que se especializa en cognición musical, explica que la música tiene una gran influencia en diferentes centros del cerebro. Por un lado, la música es conocida por ser un rápido estimulante del estado de ánimo, particularmente de las emociones positivas. Por otra parte, en situaciones diferentes, la música puede ser un desafío cognitivo, activando las partes frontales del cerebro, en especial, si tratamos de concentrarnos en diferentes aspectos de la música, y al mismo tiempo, realizar una tarea en particular.
Según Maimon, si combinamos estas dos capacidades, podemos crear pruebas cognitivas que son muy complejas, aunque también placenteras y fáciles de ejecutar. Además, la música que es positiva y razonablemente rítmica, mejorará la concentración y la realización de la tarea. De ese modo, por ejemplo, el famoso “efecto Mozart”, que muestra un mejor rendimiento en los tests de inteligencia, después de escuchar música de Mozart, realmente nada tiene que ver con la música de Mozart, sino por el hecho de que la música genera un estado de ánimo positivo y nos estimula a un estado que es óptimo para la realización de tests de inteligencia y creatividad.
Consecuentemente, los investigadores plantearon la hipótesis de que con las herramientas musicales, también sería posible desafiar a los sujetos hasta un punto que permitiera poner a prueba la actividad frontal del cerebro así como elevando su espíritu, mejorando de ese modo su rendimiento en el test mientras la experiencia general es agradable.
El estudio incluyó un experimento en el Centro Médico Geriátrico Dorot-Netanya. Neta Maimon señala: “Toda persona internada en Dorot, o en cualquier otra institución de rehabilitación geriátrica, se somete a una prueba estándar denominada “mini-mental”, diseñada para evaluar su estado cognitivo como una parte rutinaria del proceso de admisión. El test es realizado por un terapeuta ocupacional especialmente entrenada para ello, e incluye una variedad de tareas. Por ejemplo, enumerar los días de la semana o los meses del año al revés. En esta prueba, se puede acumular hasta 30 puntos. Un puntaje alto, indica una cognición normal”.
El experimento incluyó la realización de pruebas a 50 ancianos internados en Dorot, quienes lograron un puntaje entre 18-30 puntos en el test mini-mental, que indican varios niveles de funcionamiento cognitivo. Los participantes realizaron las tareas musicales cognitivas, administradas automáticamente. El dispositivo EEG registraba la actividad eléctrica en el cerebro durante la actividad, y los resultados fueron analizados utilizando tecnologías de aprendizaje automático. Esto permitió identificar índices matemáticos que se correlacionaban precisamente con los puntajes del test “mini-mental”; en otras palabras, obtuvimos nuevos neuromarcadores (marcadores cerebrales) que pueden valer por sí solos como índices del estado cognitivo de los sujetos.
Maimon agrega: “En realidad, hemos conseguido ilustrar que la música es, precisamente, una herramienta efectiva para la medición de la actividad cerebral. La actividad cerebral y los tiempos de respuesta a las tareas se correlacionaban con las condiciones cerebrales de los sujetos (correlacionándose con el puntaje del test mental asignado a ellas). Y lo que resulta más importante, es que todos aquellos que han pasado el experimento, informaron que por un lado, significaba un desafío al cerebro, pero por otra parte, era muy placentero de ejecutar”.
Los investigadores concluyen, diciendo: “Nuestro método permite el monitoreo de la capacidad cognitiva y la detección de deterioro cognitivo ya en las primeras fases. Todo ello, por medios simples y accesibles, con una prueba rápida y fácil que puede ser realizada en toda clínica. Este método es de especial importancia debido al incremento de la longevidad, y el crecimiento poblacional acelerado, particularmente entre las personas mayores. Actualmente, millones de personas en todo el mundo, ya sufren o tienen propensión a sufrir rápidamente de deterioro cognitivo y sus graves consecuencias, y su número solo crecerá en las próximas décadas. Nuestro método podría allanar el camino hacia un monitoreo cognitivo eficaz de la población general, y así detectar el deterioro cognitivo en su fase temprana, cuando el tratamiento y la prevención de un deterioro severo son posibles. Por consiguiente, se espera que mejore la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo”.
Keren Primor Cohen, CEO de Ramot en la Universidad de Tel Aviv, expresa: “Nos complace que una empresa basada en la tecnología desarrollada en la Universidad de Tel Aviv continúa su colaboración en la investigación creativa y multidisciplinaria.
Ramot continuará promoviendo e invirtiendo en nuevas tecnologías, así como ayudando a los investigadores de la Universidad de Tel Aviv, a maximizar el potencial de su investigación”.
Artículos Relacionados: