“Lucia di Lammermoor es una historia compleja que requiere de mucha inteligencia para ser contada”, aseguró Enrique Singer, director escénico de dicho espectáculo con el que la Ópera de Bellas Artes iniciará sus actividades en 2017. Ofrecerá funciones en el Palacio de Bellas Artes los días domingo 19 y 26 de febrero a las 17:00, martes 21 y 28 y jueves 23 a las 20:00.
Para esta producción, “contamos con un elenco importante, algunos de ellos son jóvenes que están iniciando su carrera operística. En los dos elencos tenemos un pivote muy interesante, el maestro Ramón Vargas, quien debutó con esta ópera, sustituyó a Pavarotti, y tuvo mucho éxito. La interpretó por muchos años y se convirtió en un caballito de batalla para él pero nunca la ha presentado en ópera en México”, agregó.
Dividida en tres actos, Lucia di Lammermoor cuenta con música de Gaetano Donizetti, que será interpretada por la Orquesta y Coro del Teatro de Bellas Artes. El libreto en italiano es de Salvatore Cammarano, basado en la novela The Bride of Lammermoor, de Walter Scott. La obra cuenta la tragedia de la joven Lucia Ashton, quien se ve atrapada en la rivalidad de dos clanes, los Ashton y los Ravenswood, que hacen imposible la unión de dos amantes.
Lucia di Lammermoor es una obra que pertenece al bel canto, lo que hace que el acento dramático no este puesto en la acción sino en la belleza de la voz, por lo que nos pareció importante que la puesta en escena fueran reconstrucciones plásticas, comentó el director. “Es una ópera a la que le tengo un gusto especial, por el texto que se basa en una novela estupenda, compleja y que se transforma de manera interesante, ya que están las mismas líneas dramáticas pero en ópera hay una variación en el personaje villano”.
Enrique Singer dijo también que Lucia di Lammermoor es muy interesante por la cantidad de líneas dramáticas que se cruzan y que hacen de Lucia un personaje muy complejo, que deambula entre la fragilidad y la fortaleza. “Tratamos de jugar con las tres líneas dramáticas de la obra: el mundo supersticioso, el poder y el amor que existe entre Lucia y Edgardo, que es prácticamente puro y muy parecido al de Romeo y Julieta”.
El papel de Lucia estará a cargo de la soprano Irina Dubrovskaya, quien señaló que su personaje es muy difícil y que muestra la victoria del amor y el espíritu. “Es un personaje que está muy concentrado en su amor y no todos son capaz de lograr lo que ella hace, es alguien que nunca traicionó su fe e interpretarla es muy interesante”.
Y agregó: “Me siento muy emocionada de trabajar al lado de Ramón Vargas y en el Palacio de Bellas Artes, con una historia verdadera y con un papel que conozco desde hace varios años”.
El cantante Ernesto Morillo dijo que interpretar a los personajes que aparecen en la ópera Lucia di Lammermoor, escrita en 1835, no es tarea fácil. “Mi personaje es Raymundo, un guía espiritual que vive en el castillo y que tiene una posición de mediador. Hay un pequeño recitativo donde no se sabe cuál es la posición real de esta persona”.
Explicó que por mucho tiempo se ha tomado en cuenta el resultado vocal sin cuidar otros factores de complejidad que tiene la ópera. “La ópera es cantar, actuar y estar atentos a la construcción. El cantante es un filtro del trabajo intelectual de quien dirige pero lo interesante es dar una posibilidad de visión a la obra para permitir tener una lectura distinta”.
En dicho montaje participarán además los cantantes Juan Carlos Heredia, Leonardo Joel Sánchez, José Luis Reynoso, Gabriela Flores y Gilberto Amaro, entre otros.
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