La comunidad judía de Marruecos es la mayor del mundo árabe, con 3000 miembros. Sus instituciones, ahora obsoletas, van a ser reformadas, especialmente para dar cabida a los judíos marroquíes del extranjero, mientras que Marruecos e Israel han realizado un acercamiento espectacular.
La comunidad judía de Marruecos está a punto de vivir una pequeña revolución. El 13 de julio, el gabinete del rey Mohammed VI anunció una reforma de las instituciones judías del país. Creadas en la época del protectorado francés, no habían sido reformadas desde 1945. “Evidentemente, ya no respondían a las necesidades de la comunidad: era necesario un cambio”, dijo Jacky Kadoch, presidente de la comunidad judía de Marrakech-Essaouira.
La comunidad más grande del mundo árabe
Hasta finales de la década de 1940 vivían en Marruecos cerca de 250 000 judíos, pero la gran mayoría abandonó el país con destino a Israel, Francia o Canadá. Hoy en día, hay unos 3000 judíos viviendo en el reino. Siguen siendo la comunidad más numerosa del mundo árabe, dirigida por un Consejo de Comunidades Judías en Marruecos que tiene un papel representativo y se ocupa de cuestiones de culto y asistencia social. No se ha llevado a cabo ninguna elección desde los años 60, señal de que las instituciones tienen dificultades para cumplir su función.
La reforma, descrita en un comunicado de prensa, prevé la creación de un Consejo Nacional de la comunidad judía marroquí que deberá garantizar “la gestión de los asuntos de la comunidad y la salvaguarda del patrimonio y la influencia cultural y religiosa del judaísmo y sus auténticos valores marroquíes”.
Casi 800 000 judíos marroquíes en Israel
La principal novedad radica en la creación de una comisión para los judíos marroquíes en el extranjero. “Había que tener en cuenta los cambios demográficos, pero también las recientes aperturas”, describe un responsable de la comunidad, en referencia a la normalización de las relaciones entre Marruecos y el Estado hebreo desde finales de 2020. Cerca de 800 000 judíos marroquíes viven en Israel. “Los judíos de Marruecos, sus hijos y nietos siguen practicando los ritos marroquíes allí donde viven. Participan en la vida de la comunidad”, dice Jacky Kadoch.
Las nuevas instituciones tendrán que responder a muchos desafíos, desde el acelerado envejecimiento de los judíos marroquíes hasta los retos de acoger al creciente número de turistas judíos que llegan al reino, especialmente desde Israel. “Tendremos que hablar de kosher si, dentro de poco, entre 200 000 y 300 000 judíos visitan el país cada año”, anticipa el dirigente comunitario. “¡No es lo mismo que asegurar esto para una comunidad de 3.000 personas!”. Por su parte, el secretario general de la comunidad judía de Fez, Jacob Pinto, espera que “el nuevo consejo disponga de medios para controlar el destino del inmenso patrimonio judío del país, que a menudo ha sido víctima de abusos o de una mala gestión”.
Parte integrante de la historia del país
Los judíos han estado presentes en Marruecos desde la antigüedad y son parte integrante de la historia del país. A veces han sido perseguidos y en otras ocasiones han vivido épocas doradas. Si la gran salida de los años 50 y 60 provocó su práctica desaparición del reino, sus miembros trabajan desde los años 70 para devolver un lugar a la comunidad en un país cuya población es casi totalmente musulmana. La Constitución de 2011, que consagra el “tributario hebreo” de la identidad marroquí, garantiza la libertad de culto pero no la de conciencia.
Esta reforma de las instituciones es el resultado de varios años de debates de las autoridades con la comunidad, y dentro de la propia comunidad. “Las instituciones anunciadas no son totalmente nuevas, sino que revitalizan lo que ya existe. Desde los años 90, el rey Hassan II ha comenzado a integrar a los judíos marroquíes en el extranjero en su diplomacia de influencia, en particular en el conflicto palestino-israelí”, dijo Aomar Boum, profesor de la Universidad de California en Los Ángeles (Ucla), especialista en judíos marroquíes. Las nuevas instituciones también podrían dar cabida a las mujeres, casi ausentes en las instituciones actuales.
Al decidir esta reforma como Comandante de los fieles, el rey Mohammed VI subraya su papel con la comunidad judía. Para Aomar Boum, “existe una especie de vínculo sagrado entre los judíos marroquíes y la monarquía alauita”. Es difícil decir cuándo se aplicará la reforma. Para Jacky Kadoch, “en cualquier caso se ha puesto en marcha, y vamos a seguir muy de cerca la forma en que se aplicará”.
Es lo lindo que los llevemos bien – ese de los marroquíes es algo bonito y que ellos often por llevarse bien con nosotros los judios y que seamos amigos, hermano y que nuestro padre Sashem los bendiga con esta ayuda y que los llevemos bien . Y ayudarlos mutuamente
Maravillosa noticia , siempre que viajo me gusta ir Sinagoga y conocer judios de otras partes y cuando estuve en Estambul no encontré rastros
Que Dios asista a los nuevos judios de Marruecos que por cierto hay muchos de origen sefardíta. Fueron los mas avanzados en cultura cuando recalaron en Marruecos después de la expulsión de España den 1492.
Las ayudas de tan “democrático” país les resultarán muy útiles .