Por Yaakov Lapin
Aunque gran parte del terrorismo en el sector ha sido iniciado por células localizadas e individuos palestinos no afiliados a ninguna organización específica; Hamas, que domina la Franja de Gaza, y la Yihad Islámica Palestina (YIP), la segunda facción terrorista más grande de Gaza, siguen también muy activas en Cisjordania.
Ambas organizaciones disfrutan de un programa colectivo anual de financiación iraní por un total de 150 millones de dólares, y ofrecen dinero a cualquiera en Cisjordania que esté dispuesto a planificar y lanzar ataques terroristas contra civiles o miembros de las fuerzas de seguridad israelíes, incluso si no está afiliado formalmente a ninguna organización palestina.
Esto significa que el dinero efectivo para comprar armas de fuego, tales como un fusil de asalto M-16 estándar, que hoy cuesta entre 80 y 90 mil shekels en Cisjordania, o una metralleta tipo Carlo, fabricada en talleres locales palestinos y que cuesta entre 2 y 5 mil shekels, esté disponible para aquellos que apunten sus armas contra israelíes. Lo mismo ocurre con los materiales para fabricar bombas.
Al mismo tiempo, Hamas y la YIP están involucrados en los esfuerzos diarios para establecer células terroristas organizadas en Cisjordania, equiparlas con armas de fuego y bombas e instruirlas para perpetrar ataques.
Gran parte del dinero para estos esfuerzos proviene de Irán, y en parte también de las redes de recaudación de fondos de Hamás en Turquía.
Recientemente, la YIP ha intentado incluso explotar la política de Israel de permitir que unos 17.000 habitantes de Gaza trabajen en su territorio. El Shabak [Servicio de Seguridad General] reveló, el 24 de noviembre, que un ciudadano de Gaza con un permiso de trabajo en Israel tenía intenciones de detonar una bomba a bordo de un autobús en el sur de Israel.
El sospechoso fue identificado como Fathi Ziad Zakut, de 31 años, domiciliado en Rafah, y según el Shabak, fue reclutado por la YIP y recibió capacitación en el manejo de explosivos de un experto en fabricación de bombas de Gaza.
Zakut comenzó a recolectar componentes para fabricar bombas después de comenzar a trabajar en Israel, apuntó el Shabak.
A medida que flaquea el control de la Autoridad Palestina (AP) sobre las ciudades palestinas del norte de Cisjordania, tales como Yenín y Nablus; la Yihad Islámica Palestina, la facción terrorista más alineada con Irán y su ideología revolucionaria khomenista, percibe una oportunidad.
Alrededor del 25% de la población de Yenín está afiliada a la YIP (y otro 20% está afiliada a Hamas). Los principales operativos de la organización YIP en Gaza, así como en Siria, donde mantiene un cuartel general encabezado por Ziad Al Nakhleh, están trabajando incansablemente para tratar de aumentar sus capacidades terroristas en Yenín y en otros sectores de Cisjordania.
Para la YIP, Yenín es un primer paso importante hacia el objetivo de expandir su influencia y presencia de manera significativa en Cisjordania, aprovechando el aumento de la violencia y la creciente debilidad de la Autoridad Palestina.
Son principalmente las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y la agencia de inteligencia Shabak las que mantienen esos planes a raya. Esto se logra mediante la combinación continua de inteligencia precisa sobre las actividades de la YIP con las capacidades antiterroristas avanzadas de las fuerzas de élite israelíes.
Esto se hizo evidente durante la noche del 1 de diciembre, un terrorista de alto rango de la YIP, Muhmmad Saadi, junto con otro combatiente afiliado a la Brigada de Mártires de Al Aqsa, fueron abatidos en un tiroteo con fuerzas especiales de las FDI en la localidad de Wadi Burqin, a 5 kilómetros, al oeste de Yenín. Soldados de la fuerza especial encubierta Dubdevan de las FDI, la unidad de reconocimiento Haruv y el Shabak participaron en la redada.
Los dos fueron abatidos durante un operativo israelí concebido para arrestar a tres individuos con captura recomendada, sospechosos de estar involucrados en actividades terroristas.
Las FDI dijeron que Saadi, un operativo de alto rango de la YIP, fue abatido y había perpetrado previamente varios ataques con disparos contra las fuerzas israelíes, mientras operaba para suministrar armas a los operativos de la YIP e implementaba las órdenes de la dirección de la organización.
La YIP es la segunda facción terrorista más grande de la Franja de Gaza y, en agosto de 2022, pasó tres días combatiendo en una confrontación con Israel, tras intentar crear una conexión entre las escaladas en Cisjordania y la Franja de Gaza.
Israel lanzó la Operación Alba el 5 de agosto como parte de su rechazo a este intento de la YIP de imponerle esa ‘ecuación’, y de restringir la libertad de oportunidades israelíes en Cisjordania mediante las amenazas de escalada en Gaza.
Notablemente, Hamás permaneció al margen durante esa escalada, posiblemente para demostrar a los palestinos que sus capacidades son superiores a las de YIP, que sufrió graves golpes por parte de las FDI y no pudo conseguir logros tangibles.
Mientras la YIP continúa fabricando cohetes y reclutando efectivos en Gaza; está buscando crear un nuevo frente en Cisjordania, y esto se alinea estrechamente con la gran estrategia de los patrocinadores de la YIP, el Cuerpo de los Guardianes Revolucionarios Islámicos de Irán (CGRI).
Los oficiales del CGRI han declarado pública y repetidamente su objetivo de armar a Cisjordania, y en agosto, un informe del medio de comunicación semioficial iraní Fars citó al comandante del CGRI, Hossein Salami, afirmando que el objetivo de Irán es crear las condiciones para una guerra de múltiples frentes contra Israel, incluyendo a Gaza y Cisjordania, así como al Líbano y Siria.
El 2 de agosto, tres días antes del inicio de las hostilidades en Gaza, Al Nakhleh visitó Irán y escuchó de su anfitrión, Salami, el jefe del CGRI, “La liberación del pueblo palestino es más que un simple deseo para nosotros; es una estrategia básica. Si fuera solo un deseo sincero, no se definiría como un objetivo real. El ayatolá Ruhollah Khomeini [fundador de la República Islámica] y el ayatolá Ali Khameneí, el actual líder supremo, nos enseñaron a verlo como un objetivo y una estrategia que conducirá a la liberación del sagrado Quds [Jerusalén] y a la restauración de las tierras perdidas y ocupadas de Palestina a sus dueños originales”.
El hecho de que el eje iraní-YIP amenace directamente a la AP se reflejó en la redada que las fuerzas de seguridad palestinas lanzaron el 27 de noviembre contra un laboratorio de fabricación de bombas de la YIP en Yenín, frustrando, según los informes, una serie de atentados con bombas contra israelíes y capturando cinco bombas de grandes proporciones y seis bombas caseras, así como ingredientes para fabricar más explosivos.
Una segunda redada de seguridad de la Autoridad Palestina (AP) se centró en agentes vinculados a ese complot con explosivos en la ciudad de Tubas, en Cisjordania, al noreste de Nablus.
El estatus de la Autoridad Palestina en Judea y Samaria se ve amenazado por los objetivos tanto de Hamás como de la YIP de prenderle fuego al área desde Gaza, socavar su capacidad de gobernar y promover el mensaje del conflicto, alimentado por el islamismo radical, como sustituto de la lógica de la Autoridad Palestina.
La Autoridad Palestina fue fundada sobre la idea de cooperación y coordinación con Israel (incluso cuando la Autoridad Palestina choca con Israel en el frente diplomático y promueve a diario la incitación en su contra para preservar su legitimidad y esquivar las acusaciones de sus rivales islamistas de ser un ente colaborador con el Estado judío).
La batalla diaria entre las agencias de seguridad de Israel y los esfuerzos de las organizaciones terroristas palestinas impulsados por parte de Irán para echar más leña al fuego, continuará.
Fuente: Alma Research and Education Center
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