Las manifestaciones de musulmanes en la ciudad sueca de Malmo contra un legislador de extrema derecha se volvieron violentas e incluyeron cánticos en árabe sobre el asesinato de judíos.
Algunos manifestantes que asistieron a al menos una de las manifestaciones organizadas contra un plan de Rasmus Paludan, el líder del partido de extrema derecha antiinmigración Línea Dura de Dinamarca, de quemar una copia del Corán en Malmo, corearon «Khaybar Khaybar oh, judíos, el ejército de Mahoma volverá».
Los cánticos hacen referencia a una masacre de judíos en la ciudad de Khaybar, en el noroeste de Arabia, en 628.
En los disturbios, varios coches fueron incendiados y al menos 10 personas fueron arrestadas. Las autoridades de Suecia impidieron que Paludan viajara realmente a Malmo.
«Nos tomamos este incidente muy en serio y pedimos a la policía y otras autoridades responsables que procesen a aquellas personas que a través de este acto han cometido incitación al odio contra grupos étnicos», escribió el Consejo de Comunidades Judías Suecas en un comunicado.
La Red Musulmana de Malmo, una organización que promueve los intereses de los musulmanes en la ciudad, envió una carta esta semana a Ann Katina, líder de la comunidad judía de Malmo, agradeciendo a los judíos de la ciudad por oponerse al plan de Paludan y escribió que “condenan las palabras antisemitas de odio que algunos corearon durante el incidente”.
El antisemitismo en Malmö no es nuevo: por ejemplo, una mujer judía fue blanco de una campaña de odio durante años.
La puerta de entrada de su domicilio sufrió vandalismo en repetidas ocasiones, por las que presentó quejas a la policía, sin que se realice ninguna acción en absoluto.
Así, le dibujaron en la puerta una cruz esvástica y un Maguen David.
O el caso del actor danés Kim Bodnia, que en 2016 confesó durante una entrevista para la televisión israelí que había abandonado la serie televisiva “El Puente” porque no se sentía seguro trabajando en Suecia.
Bodnia además había manifestado que el antisemitismo estaba creciendo, especialmente en Malmo donde rodaron “El Puente».
El año anterior, en un acto reminiscente a la campaña antisemita nazi, un grupo de manifestantes antiisraelíes marcharon vestidos con trajes protectores y máscaras para evitar «ser infectados» por la bacteria sionista y el virus «Isolera».
Los activistas entraron a algunos negocios de la ciudad para confiscar bienes israelíes, a los cuales declararon que debían ser boicoteados o destruidos.
Y en 2013, la Policía reveló que en Malmö, la tercera ciudad más grande de Suecia, las denuncias de ataques antisemitas pasaron de 22 en 2010 y 2011 a 60 el año siguiente y que en el primer semestre de 2013 ya se registraron 35 hechos.
De todos modos, si bien “hubo cierto aumento en los ataques de odio, para combatirlo la comunidad judía (foto de su sede) los está denunciando más”, aclaró su presidente, Fred Kahn.
“Creo que sentimos más confianza”, agregó el dirigente, que subrayó que la tercera parte de la población local es musulmana, cuyos miembros radicales son responsables de la mayoría de los ataques contra judíos.
Por otra parte, el ex alcalde Ilmar Reepalu les había recomendado a los judíos distanciarse de Israel para mantener su seguridad.
Desde que abandonó el cargo, en febrero y tras 28 años, “las autoridades están más atentas a las necesidades de la comunidad judía», reconoció Kahn.
Por el contrario, el iraní Siavosh Derakthi fundó el año pasado Jóvenes contra el Antisemitismo y la Xenofobia.
A pesar de que recibe numerosas amenazas por Internet, este activista de 27 años organiza seminarios en escuelas, charlas grupales y visitas educativas a ex campos de concentración nazis, para concientizar a los participantes acerca de los horrores del genocidio de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial y la necesidad de una coexistencia pacífica.
“Algunos de ellos provienen de dictaduras o zonas de guerra rebosantes de creencias antisemitas, homofóbicas y misóginas”, explicó.
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