Exactamente un año después de la firma de los Acuerdos de Abraham que normalizaron las relaciones entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos, la pequeña Mía Sztulman se convirtió este sábado en la primera ciudadana israelí en nacer en la capital emiratí Dubai.
Mía es la hija de Ilan Sztulman, jefe de la misión consulado israelí en Dubai y ex embajador en Argentina, y su esposa Jackie.
Según el funcionario, el nacimiento de la niña a casi un año exacto del histórico acuerdo entre los dos países “tiene un valor simbólico muy fuerte”.
“Abrimos las relaciones y ahora tenemos a la primera israelí con un pasaporte emitido en Dubai”, comenta a Infobae desde la capital emiratí. “Tanto mi mujer como yo queríamos ser parte de este acontecimiento histórico, era un sueño”. Por eso, agrega “cuando le entreguemos el pasaporte, será doblemente emocionante”.
La normalización de las relaciones entre Israel y los Emiratos ya está teniendo efectos tangibles en la vida de su familia y de los ciudadanos de ambos países, según cuenta Sztulman.
“Es una realidad de paz que hace un año jamás hubiéramos imaginado”, dice el funcionario.
Y hace algunos ejemplos: “En la clase de nuestra hija más grande hay chicos de todas partes, y los chicos aprenden sobre sus distintas creencias y festividades”. Asimismo, agrega, “la niña nació por una cesárea realizada por una médica musulmana. Ahora en un hospital árabe y me siento bien recibido”.
El nuevo clima se refleja en las las felicitaciones que Sztulman recibió por parte de varios funcionarios locales; la cobertura del acontecimiento por parte de los medios locales también fue extensa.
El futuro de las relaciones entre Israel y EAU
Para Sztulman la normalización de las relaciones entre los dos países es un gran primer paso de cara al proceso de paz en Medio Oriente.
“Para nosotros la idea de paz se construye en el un día a día. Hay mucho que hacer, esto es sólo un país de Medio Oriente, pero es un primer paso gigantesco”.
Entre los desafíos futuros, el funcionario destaca las oportunidades de comercio y de inversiones en los dos países donde, dice, “hay un potencial muy grande”.
También espera que se profundicen los vínculos entre la sociedad civil de los dos países.
“Pese al covid, 200 mil israelíes visitaron Dubai. Y muchos emiratíes van a venir en Israel. Ambos tenemos una importante infraestructura de turismo”, explica.
Un proceso que ahora tiene un símbolo en su hija, una niña israelí nacida en un país árabe.
“Los procesos de paz son movimientos políticos pero se hacen con la gente”, asegura Sztulman. “Mi hija nació en Dubai y va a estar aquí en los próximos años. Será una experiencia que llevará con ella toda su vida. Eso es algo muy importante”.
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