Fue un enorme placer estar presente en Ciudad de las Ideas. Espero que haya sido la primera de muchas veces.
Además de destacar a todo el equipo que organizó y recibió a los participantes, el nivel de ponentes, artistas y demás debatientes fue superlativo.
Apostar por el saber en la era de la frivolidad es para destacar.
Demuestra que el público está ávido de conocimiento de calidad.
Y empuja a los ponentes a elevar el nivel y brindar lo mejor.
Para los participantes, además fue especialmente enriquecedor. Llegar a una enorme cantidad de público presente, interactuar con ellos y que por otras vías se pueda propagar el conocimiento y nuestra actividad; cruzarse con colegas que piensan o no como uno pero generó un maravilloso intercambio y permitiendo, por qué no, reveer algunos conceptos.
Convivir con gente de otros campos que no son los de uno pero que mutuamente nos disfrutemos y generemos nueva sinergia para realizar cosas.
La iniciativa de un hombre como Andrés Roemer merece todo nuestro apoyo y respeto para que continúe este proyecto por muchísimos años más.
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