El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que es “una obligación no olvidar nunca” la memoria ni a las víctimas del Holocausto, en una ceremonia en el yad Vashem, donde participaron diplomáticos de más de 50 países.
“Cuando recordamos a las víctimas y recordamos este crimen, no debemos olvidar nunca nuestra terrible tragedia: el odio persistente al pueblo judío”, afirmó Netanyahu en un acto en el Museo del Holocausto de Jerusalem.
La ceremonia, que tuvo lugar en la sinagoga de la institución que conserva el recuerdo de los seis millones de judíos asesinados por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, reunió a embajadores y representantes diplomáticos de más de 50 países, entre ellos los de España, Portugal, Francia, Alemania, Italia, EEUU, Canadá y Rusia.
La ceremonia fue convocada ayer con motivo de la conmemoración del Día Internacional del Holocausto, en coincidencia con la fecha en la que las tropas soviéticas liberaron en 1945 el campo de exterminio de Auschwitz.